Cada relación es diferente porque cada persona tiene una forma distinta de ser, de pensar y de afrontar la vida; es decir, una historia concreta que condiciona su identidad. Todos y todas llevamos una mochila de ataduras personales y familiares a las espaldas. Quienes quieran formar parte de nuestra vida deben entender nuestras circunstancias.
Lola ha sido muy feliz junto a su pareja durante 10 años. Ambos estaban divorciados y comenzaron una vida juntos como pareja de hecho. La situación se complicó cuando el hijo de Lola fue diagnosticado de autismo. Su pareja le reprochaba que no colaboraba en los gastos de casa y que solo se centraba en su familia. Lola se siente culpable en este aspecto, pero no podía dejar solo a su hijo ya que necesitaba su ayuda. Finalmente, su pareja le dejó por este motivo y le bloqueó. Ella siente que ha perdido al amor de su vida y que no ha sido justa del todo con él.