Maribel Verdú ha sido la invitada este domingo de Planeta Calleja (Cuatro) donde ha hablado con Jesús Calleja de varios temas de relevancia. Ambos disfrutaron de un viaje por Santo Tomé y Príncipe en África, donde han visitado impresionantes lugares y degustado una comida preparada por un chef especialmente para ellos.
A pesar de tocar temas complicados la actriz derrochó optimismo y buen rollo durante toda la entrevista además de afirmar que se encontraba y se sentía muy joven con cincuenta años.
Su infancia con sus abuelos en el barrio de Arguelles junto a sus ocho tíos, sus comienzos como actriz, de su decisión de no ser madre y sus traumas con el esnórquel han sido algunos de los temas que han tocado.
Maribel mostró su lado más íntimo y personal Calleja, al que confesó haber sufrido acoso cuando comenzaba su carrera en el cine, motivo por el cual llevó a un hombre a los tribunales.
Una situación que, recalcaba, muchas mujeres han sufrido en algún momento de sus vidas y a la que se refería con estas palabras:
«No conozco a ninguna mujer a la que no le haya pasado. Que no hayamos tenido que soportar barbaridades que, de repente, has llevado a juicio como fue mi caso hace muchos años. Fue hace un montón cuando yo estaba empezando”
Además de hablar sobre la impotencia que dan estas situaciones y cómo no podía ser menos tacharlas de asquerosas:
“Esas situaciones dan tanto asco, da tanta rabia y te sientes tan impotente y hay veces en las que contestas pero hay otras que te quedas paralizada porque te señalarían incluso«.
Y habló concretamente de lo que solía hacer cuando pasaba por una de ellas «Ha habido gente de llamar al camerino, gente muy influyente… y decir ‘perdone, ¿puede salir usted de aquí? ¿Puede repetirme esto delante de mis compañeros? Cuando me ha pasado esto yo he ido corriendo a llamar a mis compañeros actores, muy conocidos, a sus camerinos. Yo temblando. Y me los he llevado para que me repitieran esa proposición delante de ellos y se quedan muertos«.
Habló de las dificultades de las mujeres para trabajar en su profesión en particular y en todas en general por el físico y la edad, así lo explicaba, «Siempre pienso que puede que cada año sea el último porque eres mujer, porque vas cumpliendo años, porque siempre has sido como guapa, bien… y, de repente, las cosas no están en su sitio. Esto es, desgraciadamente para las mujeres, un lastre gordo y lo ves en el mundo entero. Todas las mujeres acaban ‘tocándose’ (retoques estéticos)«.
También habló de amigas que han visto frenada su carrera por este motivo «Sí, conozco. Por eso sé que existe y que pasa. Hay que estar en la lucha constante por la igualdad«.
Y de cómo ha cambiado su forma de ver el desnudo de las mujeres en el cine, algo que no ocurre con los hombres y que la Verdú explicaba así a Calleja, «Esto es una cosa que es lamentable, patética. He reflexionado a cerca de eso. Si llego a decir que no a escenas de sexo me hubiera perdido desde ‘La buena estrella, ‘Amantes’, ‘Y tu mamá también’, ‘Belle Époque’… películas que han significado tanto para mí. Hoy en día diría ‘Si hay que hacer esto, los dos actores iguales o ninguno’«.
Una experiencia que Maribel terminaba llorando emocionada y agradeciendo a Calleja haberle hecho superar miedos y retos que le han venido muy bien.
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