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Molnupiravir, así se llama la primera píldora contra la Covid-19

El fármaco reduce hasta en un 50% la posibilidad de muerte y hospitalización en pacientes de riesgo

Nuria Serena
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Molnupiravir es la píldora de la esperanza contra la Covid-19. Según la multinacional farmacéutica alemana que lo ha creado, Merck, es capaz de reducir la posibilidad de fallecimiento y hospitalización en pacientes de riesgo casi a la mitad. Precisamente está indicado para enfermos de alto riesgo infectados con el SARS-CoV-2 y personas con patologías previas como diabetes, obesidad o enfermedad cardíaca.

Ahora mismo, según publica niusdiario.es se encuentra a la espera de autorización para ser comercializada en EEUU. Eso sí, si no es financiado por los Gobiernos, no será accesible a todo el mundo. Dependerá de la economía de cada ciudadano ya que el tratamiento de 40 pastillas costará alrededor de 700 dólares. Todo apunta a que el fármaco estará en el mercado antes de finalizar el año.

Europa también ha avanzado que está dispuesta a estudiar el fármaco para autorizar o no su uso.


El Molnupiravir está prescrito como cualquier antibiótico: dos tomas de cuatro píldoras diarias durante 5 días consecutivos para consumir el paquete y lograr la eficacia que promete el tratamiento que será dispensado en farmacias con receta médica.

Deberá comenzar a ingerirse al descubrir los primeros síntomas de la enfermedad (fiebre, diarrea, dolor de garganta, cansancio, anosmia…)

¿Cómo funciona esta píldora contra la Covid-19?

El fármaco actúa engañando al virus e impulsándole a que replique su material genético para posteriormente introducir errores en el código genético del SARS-CoV-2.

Con ello se logra producir de fallos en el coronavirus que le impiden reproducirse.

El fármaco demostró tal eficacia que el estudio en su fase III se interrumpió antes de tiempo. Es más, los ensayos demostraron que el molnupiravir era eficaz también contra el resto de variantes de la Covid-19, incluida la más contagiosa y peligrosa delta. Tampoco se han encontrado efectos secundarios graves entre los voluntarios que han probado el medicamento.

La píldora no sustituirá a la vacuna. Es un complemento, un ayuda para proteger a las personas de los peores resultados de la enfermedad

 

 

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