El primer truco de las mujeres francesas es el uso del aciano, un ingrediente que descongestiona rápidamente los ojos cansados e hinchados que ya usaban nuestras abuelas y madres. Hazte con una esponja exfoliante de aciago, guárdala en la nevera, aplícalo sobre algodones y posteriormente como mascarilla.
El gel de ducha sin jabón es otro de los trucos de las francesas. Se trata de un jabón que se adapta a todas las pieles, además de tener propiedades reparadoras.
Y después del baño una crema multifunción, mejor si tiene propiedades cicatrizantes para curar desde un eczema a una quemadura leve del sol. Hará que tu piel nunca esté seca ni irritada.
La belleza de adentro hacia afuera es esencial para las francesas, de ahí la importancia de los suplementos en su rutina facial. Un suplemento tanto para el cabello, las pestañas y las uñas es esencial.
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