Las personas que tengan mascota saben que cuidar de ellas no es ningún juego. Tener un perro es una gran responsabilidad, y realmente, es como otro hijo. Hay que educarle, alimentarle, cuidarle… todo para que su vida sea lo más feliz posible. Dentro de todo esto, hay factores muy importantes y es que algunas familias no insisten en ello.
El adiestramiento es imprescindible para que haya un control en el hogar y que la relación animal – dueño sea la mejor posible. En algunos casos, no hay manera de que el animal nos haga caso. Esto puede ser así por diversos motivos:
La educación llega muy tarde y ya no es fácil conseguir que cumpla unas normas
Tiene algún problema de atención y actividad
Tiene algún trastorno
Miedo o inseguridad
Sea la razón que sea, siempre hay opciones para conseguir que al fin tu perro te haga caso cuando le hablas. Te contamos qué cosas debes saber y tener en cuenta cuando llegue el momento en el que no te obedece.
Si tras mucha comunicación y adiestramiento tu canino no te hace caso, lo mejor es ir a un especialista para dar con el punto de partida de todo. Hay algo del pasado que seguramente no le deja ser obediente en el presente. Su desobediencia siempre tiene una explicación por lo que lo primero es averiguar esto.
Crear buena relación
Es imprescindible que haya un vinculo de familia, de amistad, entre vosotros. La conducta de tu perro estará muy condicionada por el tipo de relación que tengáis. Normalmente los caninos tienen cariño a sus dueños y siempre obedecen porque tienen confianza en ellos. Si desobedece hay algo en el vínculo que está fallando.
Establece un código especial en el que ambos os entendáis. Ya sea un silbido característico o unas palmas, pero puede ayudar este gesto para que tu perro te haga caso. Ensayalo hasta que lo haya incorporado totalmente en su rutina.
Órdenes con gestos
Para darle una orden lo mejor es que le des indicaciones con la cabeza o los brazos. Por ejemplo, cuando le digas que se siente ordénaselo también con el dedo índice.
