Es uno de los sellos de identidad de la sección de alimentos frescos de Mercadona: frutas y verduras colocadas perfectamente en unas cajas verdes de plástico para que el consumidor acceda a ellas y se sirva él mismo.
Las pautas de higiene, ahora por el coronavirus, se han extremado más si cabe: debes dejar el carrito de la compra en el espacio intermedio habilitado para ello y utilizar los guantes que el supermercado coloca anexo al producto.
El motivo por el que las cajas verdes sirven de depósito a frutas y verduras no es otro que la preservación del medio ambiente.
Así lo explica la cadena en su perfil oficial de Instagram
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Mercadona trabaja para lograr el reto de reducir un 25% los plásticos en su cadena de producción y distribución. Para ello estas cajas verdes son la mejor solución: son reutilizables, permiten más de 120 usos, son reparables y 100% reciclables.
«Ejemplo de economía circular»
Es más, suponen también un gran ahorro de combustible y emisiones de CO2 a la atmósfera -contaminan menos- porque pueden trasportarse plegadas, lo que contribuye a menguar también el espacio que ocupan y con ello la cantidad de viajes que un camión debe realizar para llevarlas de un lugar a otro.
El plástico utilizado por Mercadona es sostenible, como también lo son otros embalajes de papel y cartón que cuentan en su composición con un 90% de papel de desecho. El resto lo forman nuevas fibras de madera que provienen de bosques sostenibles.
Hay que recordar que un kilo de papel produce menos gases de efecto invernadero que un kilo de plástico y la materia prima (madera) también es renovable.
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