Uno de los motivos principales por los que los aviones se pintan de blanco es porque se trata de un tono claro, que refleja la luz del sol y los hace más visibles en largas distancias, incluso con condiciones climatológicas adversas.
Igual que nosotros nos vestimos con colores claros en verano o las casas de lugares muy cálidos y soleados suelen estar pintadas de blanco, con los aviones ocurre igual y la razón no es otra que: la disminución de la temperatura. El color blanco absorbe menos calor y ayuda a «refrigerar» la nave y algunos de sus componentes que puede alcanzar altas temperaturas, como el motor. Además, contrarresta los efectos de la fuerte radiación solar.
Cuando hablamos de aviones, todo peso extra cuenta y, aunque te pueda parecer increíble, ¡el de la pintura también! Es por eso que la inmensa mayoría de aerolíneas cuentan con logotipos de lo más sencillos porque, entre otras cosas, tendrán que pintar menos y con menos capas sus aviones disminuyendo así las capas de pintura y, por lo tanto, el peso. Una vez aclarado esto, el color blanco se postularía como el más económico, incluyendo si para retocarlo tan solo es necesario usar mayoritariamente un único color. Además y aunque resulte paradójico, el blanco es uno de los colores que mejor envejece sobre vehículos, algo que también se da en los coches donde, por irónico que pueda parecer, el blanco «sufrirá» menos que otro color como un rojo o azul brillante.
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