Secret Story revela el secreto de su primer expulsado

"Hice un milagro"

Alvi Ferrante

Solo 7 días después de que comenzara la primera edición de Secret Story, teníamos que decir adiós a uno de los concursantes. Todavía no nos había dado tiempo a cogerles ni pereza, ni cariño, ni nada, pero bueno, así son las cosas. El duelo final de la eliminación, cuya decisión final recaía, como siempre, en la audiencia, enfrentaba a Chimo Bayo, Emily Russ y Cristina Porta. Todo apunta a que no han sido muy bien recibidos entre sus compañeros de convivencia y quién sabe si los dos resultantes de esta prueba de fuego serán los eternos nominados hasta que terminen por caer.

Aunque te sorprenda (debo decir que a mí también), la primera en salvarse fue la aún desconocida Emily Russ, que esta primera semana se ganaba el corazón de los espectadores, trasladándose así la decisión de la expulsión entre la periodista deportiva y el mítico Dj: «El público ha decidido que debe abandonar la casa de los secretos… Chimo» a lo que el Dj respondía:  «Así son las cosas».

¿En serio? ¿Por qué? No hay quién entienda el televoto…espero no ser la única, pero, supongo que los espectadores querían priorizar el jaleíto iniciado en la casa por Porta y su relación con el hermano de Gianmarco Onestini.

La periodista nada más conocer la salvación, que celebró a bombo y platillo con muy poca educación frente a un decaído Chimo Bayo, adelantaba en su cabeza la reacción de los concursantes: «Me estoy imaginando las caras» y así fue: dicho y hecho. Porta regresaba a la casa ante el mayor de los silencios y con la alegría y el abrazo de Miguel Frigenti y Luca Onestini. El resto de concursantes trasladaba a la periodista las enhorabuenas con la boca pequeña antes el absoluto fastidio de tenerla de nuevo de vuelta.

El secreto de Chimo Bayo, al descubierto

 

Pobre Chimo Bayo… pero bueno, a partir de ahora nos deleitará con su presencia en los platós. Eso sí, el Dj no iba a abandonar la casa sin dejar su pequeño regalo televisivo: el secreto todavía estaba oculto y con su expulsión, era el momento de sacarlo a la luz. Bayo comenzaba con un gran titular, que no dejaría a nadie indiferente: «Hice un milagro. En el año 93 recibí una llamada para visitar a un chico que le habían diagnosticado cáncer y lo daban por perdido, le quedaba un mes de vida. Yo llegue, sus padres estaban allí, nos quedamos en la habitación hablando durante media hora, me fui y al poco tiempo me llamaron sus padres que había sucedido y que se había recuperado«.

El relato dejó a todos los presentes en shock, sin posibilidad de mediar palabra. Chimo Bayo continuaba contando, emocionado, que a día de hoy la relación con el chico y su familia y que incluso acudió a su boda y al bautizo de su hijo: «Ha sido una de las mejores cosas que le han pasado en la vida».

Y con el primer secreto al descubierto decimos adiós a nuestro querido Chimo Bayo…¡HU HA!