Terelu Campos y su hija Alejandra se enfrentaban este fin de semana en Viva La Vida a la última exclusiva de Bigote Arrocet. En ella, el cómico afirmaba haber dado 50.000 euros a la que era su pareja María Teresa Campos.
Aunque en un principio, tanto Terelu como Alejandra estaban de buen ánimo, las risas pronto tornaron en lágrimas.
Terelu en shock al ver el deteriorado estado de Maria Teresa
Emma daba paso a un vídeo en el que un reportero intentaba conseguir unas primeras palabras de la periodista. Con un movimiento muy limitado y con un paso muy quebradizo, María Teresa Campos se mostraba con un visible deterioro físico.
Algo aturdida y apoyándose en Gustavo, su chofer y apoyo incondicional, la mítica presentadora intentaba salir del paso. Terelu Campos, testigo del vídeo, se llevaba la mano a la cara y hacía todo lo posible por disimular su llanto.
El vídeo terminaba con una María Teresa Campos subida en el coche, pidiendo una entrevista para su chofer: «Porque él lo sabe todo».
El plató volvía las miradas a Terelu Campos que terminaba rompiendo tras las palabras de Emma: «Te entendemos, Terelu» a lo que la campos respondía amarga: «No, no me entendéis».
Terelu Campos: «se me demuestra mucho que no se me entiende»
Terelu, con las lágrimas cayendo a borbotones, afeaba a su presentadora la actitud del programa: «Se me demuestra mucho que no se me entiende. Pero da igual. No espero nada de nadie en mi vida profesional, por supuesto».
Terelu se recomponía ante sus compañeros y lanzaba un dardo a los presentes: «Venga, más cosas…». Emma García, en una impostada empatía para con su compañera, decía: «Te vuelvo a decir que te entiendo. Es una entrevista, es un personaje…los que estamos aquí entendemos que es tu madre. Estoy segura de que tu madre sabe tu sufrimiento y lo que la quieres».
Emma pedía opinión a Alejandra que se negaba a hablar, a lo que la presentadora pedía, al menos, un abrazo: «Entre convivientes». Al final y tras mucho hacerse las remolonas, madre e hija se daban un abrazo.
«Yo sí que voy a hablar» empezaba Alejandra a hablar tras la prudencia de su madre: «Que mi abuela tiene 80 años. Fin. Ya está. La habéis visto, ¿no? Pues ya está con la bromita. Que estamos en televisión, que sí, pero que ella no abre la boca sobre este señor. Un poco de respeto«.
