Tal y como nos cuenta Saray Esteso, la pareja ha vivido tres años intensos con hasta 18 cambios de casa, motivados todos ellos por la nefasta relación de ella con los insectos y su denominada «katsaridofobia«.
Todo comenzó en 2017, cuando la chica se encontró una cucaracha en la cocina de su casa. Aunque él no le dio mayor importancia y se encargó de matarla, su mujer ya se negaba a volver a pisar esa habitación, obligando a ambos a mudarse.
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