En Marzo de 2020 el mundo se paralizaba a causa de la pandemia, se produjo el confinamiento de millones de familias en sus casas, los hospitales están desbordados y las muertes iban en aumento.
A muchas familias el confinamiento les pilló con niños pequeños que no podían ir al colegio ni a la guardería, aunque sus padres si debían seguir trabajando en casa. Algo que a veces se convertía en «misión imposible». En este escenario, de niños con rabietas o hartos de estar encerrados y padres que deben mantener reuniones por zoom o sacar trabajo adelante, hay datos de que se produjo un considerable aumento del síndrome del bebé sacudido en el área metropolitana de París.
Nius diario habla de un estudio publicado en JAMA Network que confirma un dato escalofriante, «se ha encontrado un marcado aumento en la incidencia y la gravedad del traumatismo craneal abusivo, también conocido como ‘síndrome del bebé sacudido’ por abuso en bebés durante el período pandémico de COVID-19 en el área metropolitana de París en comparación con el período previo a la pandemia.»
Síndrome del bebé sacudido, ¿por qué aumentó en la pandemia?
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El síndrome del bebé sacudido es una lesión cerebral grave que se produce como consecuencia de sacudir con fuerza a un bebé o un niño de uno a dos años, tal y como explican desde la web de la Clínica Mayo.
Pero el estudio va más allá y detalla que, «Si bien las medidas de contención y mitigación fueron necesarias para reducir la propagación de la COVID-19, es posible que hayan tenido consecuencias no deseadas para la salud de los niños, como un aumento de los traumatismos craneales por maltrato. Estos resultados sugieren la necesidad de conciencia clínica y acciones preventivas».
Precisamente en España, el Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona ha puesto en marcha un programa preventivo dirigido a padres, madres y cuidadores ya que desde principios de este año se han detectado allí cinco casos de bebés con traumatismo craneal abusivo,
El mismo medio explica que «entre las causas que explica el estudio señala que se podría haber visto su prevalencia modificada por la pandemia de covid-19 y las medidas de contención y mitigación para reducir la propagación de la enfermedad, angustia psicosocial (pérdida económica y desempleo, intolerancia a la frustración, trastornos psiquiátricos del adulto o pareja), cambios en el estilo de vida.»
