El primero de ellos es el cepillo de dientes y es que si queremos cuidar nuestra salud e higiene bucal es esencial ser muy escrupulosos con nuestro cepillo de dientes. Para una limpieza extra del mismo puedes meter el cabezal durante toda la noche en una solución de agua y bicarbonato sódico, así reducirás la posibilidad de que proliferen los microorganismos.
Además, Boticaria García, la farmacéutica que colabora en Zapeando (La Sexta), con consejos de salud, afirma que nunca debemos tapar el cepillo ya que estaremos evitando que los filamentos se sequen bien y por lo tanto propiciando un ambiente húmedo ideal para la proliferación de bacterias. Lo ideal es cuando terminemos de utilizarlo, sacudir bien el agua y guardarlo en un lugar abierto, lejos de las fuentes de calor como los radiadores y del inodoro.
Otra de las cosas en cuya limpieza debemos poner especial cuidado y atención son los colchones, ya que suelen acumular polvo y ácaros. De ahí la importancia de pasar el aspirador y lavar las fundas además de darles la vuelta periódicamente. Por otra parte los gérmenes y las bacterias son los responsables del mal olor del colchón, para eliminarlos espolvorea bicarbonato por la superficie del colchón y luego aspira.
Debemos limpiar con especial cuidado también las alfombras, que debes limpiar más allá de sacudirlas o pasarles el aspirador. Para ello puedes usar productos específicos de limpieza o también vinagre. Para ello mezcla un litro de agua tibia, un vaso de vinagre o el zumo colado de un limón y una cucharadita de bicarbonato y pulveriza insistiendo especialmente sobre las manchas con un paño seco.
Los grifos a veces son grandes olvidados a la hora de la limpieza. Su tendencia a acumular cal hacen que debamos prestar mayor atención a su limpieza. Para ello bastará con desenroscarlos y sumergirlos en un producto antical o en agua con vinagre.
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