Las infidelidades siempre se hablan desde el dolor de la persona a la que le han sido infiel, pero nunca desde la visión de la persona que comete esa deslealtad.
Eva lleva 12 años casada y hace un año que vive con la carga mental de haberle sido infiel a su marido. Ella tiene una amiga muy cercana de toda la vida, ambas se casaron y tienen hijos, pero son muy diferentes de personalidad. Quedaron un día las dos para salir y ahí conoció a un chico con quien terminó acostándose. Asegura que hacía mucho que no se sentía deseada con aquella noche. Aunque al llegar a casa se sentía culpable al mirar a sus hijos y a su marido. Para ella aquello no significó nada.