Cada lugar por el que pasa Jennifer López todas las miradas se giran hacia ella. Es inevitable. Así ocurrió una vez más en el estreno de Halftime, el documental de Netflix en el que cuenta cómo preparó su actuación para la Super Bowl y reflexiona sobre todo lo vivido en más de 30 años de trayectoria profesional como bailarina, actriz y cantante.
La cinta estará disponible en la plataforma de streaming desde el próximo martes 14 de junio y este miércoles Jennifer López ha presentado el proyecto en el Festival de Tribeca celebrado en United Palace de Nueva York, situado muy cerca del Bronx, el lugar en el que creció.
Esta acudía con un impresionante vestido negro lleno de transparencias que ha conquistado a todos, y es que en cuestiones estilísticas JLo nunca falla. Además, también lució el anillo de compromiso que le ha regalado su prometido, Ben Affleck, quien esta vez no le acompaño sobre la alfombra roja.
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En la cinta, grabada entre julio de 2019 y enero de 2020, podemos ver el trabajo de preparación para su actuación en la Super Bowl, tarea que compartió con otra artista latina de renombre, Shakira. Aunque ambas fueron muy aclamadas por su actuación y se convirtieron en un ejemplo de sororidad, lo cierto es que Jennifer López creyó que fue un gran error contar con dos artistas como cabeza de cartel para este espectáculo.
El inconveniente que no convencía a la artista era el poco tiempo en el que tendrían que desarrollar su parte de la actuación. «Tenemos seis minutos. Tenemos 30 segundos de una canción y si nos tomamos un minuto, eso es todo, nos quedan cinco«, expresa en la cinta. «Tenemos que tener nuestro momento (…) Es es la peor idea del mundo que dos personas actúen en la Super Bowl. Fue la peor idea del mundo«, confiesa JLo.
A esta no le molestaba haber compartido escenario con Shakira, sino el hecho de que hayan contado con dos artistas, pues el tiempo es muy limitado para poder hacer algo grande. No obstante, ellas lo consiguieron ¡y de forma sobresaliente!
La cinta también recoge otros problemas que rodearon a la actuación de la diva del Bronx, y es que en uno de los últimos ensayos los mandos de la NFL no vieron con buenos ojos la parte en la que Eme, la hija de JLo, y otras muchas niñas, aparecían en jaulas. Un hecho con el que la artista quería protestar por la política migratoria de Trump.
«Quitar las jaulas sacrificar lo que creo sería como no haber estado nunca allí«, expresó esta a Benny, su representante. «No me importa lo que tengas que hacer, no vamos a cambiar el espectáculo. La Super Bowl es mañana y no vamos a cambiarlo«, dijo tajante.
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