El gigante valenciano Mercadona

Lo último del dueño de Mercadona: ropa que no se ensucia, no huele ni se arruga

Federico Sainz de Robles es un joven ingeniero al que ha financiado Juan Roig

Nuria Serena

Lanzadera es una aceleradora de empresas impulsada y propiedad de Juan Roig, presidente de Mercadona.

A través de esta organización, el empresario apoya financieramente a nuevas startups -en la actualidad un total de 300 empresas– y a sus nuevos proyectos.

Uno de ellos es el Federico Sainz de Robles un ingeniero que ha creado una marca de ropa que no se mancha, no huele ni se arruga.


Prendas que van a revolucionar el mundo textil y por qué no, también el de la moda ya que sus diseños son sostenibles e innovadores

El presidente de Mercadona y su olfato para descubrir el talento

Detrás de la marca creada por Federico Sainz de Robles  se encuentra Lanzadera.

Juan Roig conoció el proyecto del joven emprendedor, presumió su gran potencial y lo apoyó económicamente. Ahora Federico ha abierto tienda en Madrid donde pone a disposición del consumidor una línea de ropa para hombre, mujer y niño: Sepiia

Prendas sostenibles, reciclables… fruto de la investigación que el Sainz de Robles ha llevado a cabo desde que decidió proyectar su futuro en el mundo de la moda.

Primero estudió Ingeniería de Diseño Industrial en la Universidad Politécnica, y en Valencia creó el germen de su empresa, Sepiia.

Después viajó a Nueva York, trabajó en una revista de moda y su regreso recaló de nuevo en Alcoy para hacer un máster de nuevas tecnologías textiles en AITEX.

Allí germinó la filosofía de su marca: «La moda tiene que estar al servicio de las personas, hacerles su día a día más fácil», argumenta Federico en una entrevista para Las Provincias. «Cualquiera que viaje sabe qué significa sacar de la maleta la ropa hecha un guiñapo o que se manche en el momento más inoportuno»

Pero el proyecto de Federico apuesta por la sostenibilidad: «Los datos del impacto ambiental de la industria de la moda son inasumibles» explica. Por eso ha decidido ubicar la producción de Sepiia en España y Portugal, reduciendo la huella del producto, que se fabrica con plásticos reciclados generados en Europa.

 

 

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