En estos dos objetos que usas a diario puede haber más bacterias que en tu inodoro

Las tablas de cocina y las bayetas son buenos "caldos de cultivo" para ellas

Ana Más

Hace unos meses hablábamos de un lugar en el que seguro no habías pensado que pudieran acumularse más bacterias que en tu inodoro, la pantalla de tu móvil, que según algunos estudios puede acumular hasta 600 tipos de bacterias.

En declaraciones a El Mundo Manuel Sánchez Angulo, miembro del Grupo de Docencia y Difusión de la Sociedad Española de Microbiología, recuerda la forma que tiene el virus de la gripe de transmitirse entre los humanos, algo tan sencillo como tocar un objeto cotidiano dónde esté el virus y llevarnos la mano a la boca o nariz.

El experto habla de fómites y explica que un fómite es «cualquier material inerte que puede ser contaminado con un patógeno (como bacterias, virus, hongos o parásitos) y transferirlo a un hospedador sano». El problema tal y como explica no es tocarlo sin o llevarnos después la mano a la boca, nariz u ojos provocnado que ese patógeno entre en nuestro organismo.


Las bayetas y las tablas de cocina les encantan a las bacterias

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Y es que muy al contrario de lo que creemos ni en el wc, ni el suelo de nuestra casa, que solemos limpiar a diario, son los lugares que acumulan más bacterias.

En el caso del wc la ausencia de bacterias se debe a los materiales de los que están hechos, porcelana y plástico, que no son los sitios favoritos de los microbios y la segunda razón es que «si vemos que algo se ha pegado, lo normal es que, inmediatamente, usemos la escobilla y luego lavemos con agua. El segundo es que generalmente se suele limpiar, al menos, una vez a la semana con productos detergentes de alto poder bactericida», tal cómo explica Sánchez Angulo, que además señala la cocina como el lugar dónde más bacterias hay y concretamente en dos objetos, la bayeta y la tabla de cortar. En el caso de las bayetas, en este enlace te dejamos un método para desinfectarlas.

El motivo de que las tablas acumulen gérmenes es que al utilizarlas para cortar comida, es inevitable que también cortemos la tabla creando así pequeñas «trincheras», dónde estos microorganismos pueden refugiarse, a esto hay que unirle, «un poco de humedad a los restos de la comida que manejamos sobre la tabla, tendremos un montón de microbios felices que van a comenzar a reproducirse».

De ahí la importancia de limpiarlas muy bien, frotando a fondo y con agua caliente. Una manera de hacerlo además de con agua caliente es usar sal, que es el desinfectante más antiguo que existe. Para ello debemos verter bastante sal sobre la tabla limpia y frotar con un estropajo, dejar que actúe media hora y entonces si, lavar con agua caliente y jabón.

El experto también señala la nevera cómo otro lugar de proliferación de microorganismos patógenos que crecen por debajo de los diez grados y que son los responsables de que los alimentos se echen a perder. Para evitarlo recomienda revisar una vez al mes las gomas de cierre de nuestro frigorífico y procurar que los alimentos estén en su sitio además de limpiar cualquier derrame que se produzca.