Es una enfermedad contagiosa de la piel producida por el ácaro humano Sarcoptes scabiei var hominis. Se transmite por el contacto de la piel bien sea entre miembros de la familia o en personas que mantienen relaciones íntimas. Por eso el estudio apunta a que tras estar confinados la enfermedad dermatológica se ha extendido más que otras veces. El problema además se ha visto agravado ya que no se ha podido tratar convenientemente en las consultas de los médicos. Los síntomas de la sarna es el prurito y es la respuesta de nuestro organismo a la saliva, huevos y heces del ácaro. La sarna da mucho picor e hinchazón en la piel de la persona que lo sufre. La zona del rostro y cabeza no suele verse afectada por esta enfermedad.
El tratamiento para la sarna más recomendable según se desprende del informe del hospital es la ivermectina oral ya que es tan eficaz como seguro. Los médicos además destacan la necesidad de mantener limpio la casa y el tratamiento de los fómites es fundamental para acabar con la infestación. Los fómites son los materiales que pueden ser vehículos de trasmisión de bacterias, virus y que pueden entrar en el cuerpo humano y provocar una enfermedad.
Los dermatólogos afirman que las consultas por sarna se han multiplicado por diez con la pandemia de Covid-19. Tanto es así que la consideran que ha habido un brote epidémico dentro de otra pandemia por las cifras de afectados en estos años de pandemia. Otro modo de atajar la enfermedad es por vía tópica con cremas, así los dermatólogos suelen recetar cremas de permetrina.
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