Cómo mantener tus utensilios de limpieza libres de bacterias

Es imprescindible para una buena higiene del hogar

Ana Más

Para mantener una buena higiene de tu casa, debemos mantener los utensilios de limpieza en perfecto estado, si no lo único que haremos será remover la suciedad. 

Tal y cómo recoge la web buscandorespuestas.com recoge que “un estudio de la Universidad de Arizona demostró que había bacterias coliformes, que son indicadores de contaminación del agua y los alimentos, en el 89% de los paños de cocina……Todavía es peor con los estropajos y las bayetas. Porque si no se mantienen limpios, tienen números de bacterias mucho mayores.” Y además habla de” muchas investigaciones que han detectado bacterias peligrosas para la salud humana en estos utensilios de cocina.” 

La razón son los restos de comida que arrastramos al utilizarlos y que están permanentemente húmedos, lo cual los hace ideales para las bacterias. Por eso debemos tener especial cuidado a la hora de mantenerlos limpios. 


Cómo mantener los utensilios de limpieza limpios 

Estropajos

En el caso de los estropajos debemos cambiarlos frecuentemente, si no lo único que haremos es repartir la suciedad por todo el fregadero. 

En cuanto a las bayetas hemos de tener cuidado de utilizar una para cada cosa, necesitaremos una bayeta para el lavabo, una para la ducha o bañera y otra para el WC. Si utilizas la misma bayeta para todo, solamente estarás moviendo las bacterias de un lado a otro. 

La fregona es otro de los utensilios que más usamos en la limpieza diaria y por ello también debemos procurar mantenerla limpia. Para ello procura no usarla directamente sobre líquidos derramados, primero sécalos con papel de cocina y luego pasa la fregona, así no se ensuciará más de lo debido. Además no la dejes metida en el cubo con agua, si no conseguirás que huela mal y se llene de bacterias. Escúrrela y deja que se seque al aire. También puedes meterla en la lavadora o dejarla en agua con lejía un rato. 

Para desinfectar los trapos de cocina mételos en la lavadora a sesenta grados o déjalos un rato en remojo en agua con un chorro de lejía. 

Y para limpiar la escoba sacúdela contra el suelo sobre un papel, cepilla las cerdas con un peine de púas anchas o quita la suciedad con las manos usando guantes. 

 

 

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