viruela del mono

La viruela del mono: lo que tienes que hacer si te has contagiado

Sanidad recomienda que las personas contagiadas estén aisladas

Lucía Puig

La viruela del mono es un virus que ya ha llegado a España. Cada día se están registrando más casos. No son alarmantes, pero no hay que perderlo de vista. En Madrid, según los últimos datos de Sanidad, la cifra de contagiados es de 7 casos y están en observación otros 27. En Canarias hay un caso sospechoso por ahora. El virus proviene de África donde es una enfermedad endémica, pero que en los últimos días, sin causa aparente, se está expandiendo por Europa. En Portugal, por ejemplo, ya han contabilizado 14 casos.

¿Qué debemos hacer si estamos contagiados por el virus del mono?

Si tienes los síntomas o has acudido a un centro médico dónde te han confirmado que tienes el virus, lo que el Ministerio de Sanidad recomienda hacer es algo que ya no nos escandaliza: ponte mascarilla y mantente aislado. Este procedimiento ya no es nada nuevo porque tras la pandemia por Covid-19 hemos vivido con mascarillas y lo seguimos haciendo en los medios de transporte.

Así de simple es el protocolo que ha pactado Sanidad con las Comunidades Autónomas. La intención es cortar la transmisión lo antes posible. Los pacientes infectados o que tengan sospecha de tener Monkeypox “deben permanecer aislados y bajo vigilancia”, usar mascarillas y no coger el transporte público, según el documento al que ha tenido acceso la publicación especializada Redaccion Médica.


Los síntomas del virus del mono

En principio, estamos ante una enfermedad que cursa leve tal y como explica Francisco Javier Membrillo, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades infecciosas (Seimc). Los síntomas son similares a los de la viruela humana con alguna pequeña diferencia: con el virus del mono los ganglios se pueden inflamar.

  • Fiebre
  • Dolor de cabeza
  • Dolor de espalda
  • Cansancio sin motivo aparente
  • Erupción en la piel

La Organización Mundial de la Salud explica que el contagio se produce por vía aérea y por tocar las pequeñas heridas de las personas infectadas. Así un ejemplo habitual de contagio sería si compartimos sábanas o toallas con las personas aquejadas de esta enfermedad.