La noche de este jueves se vivieron grandes hitos en GH VIP. José Antonio Avilés se convirtió en el expulsado de la noche con un 85% de los votos, el mayor porcentaje de la historia del programa en su versión de famosos. Por otro lado, Albert, Luitingo y Pilar regresaban a la casa para competir por la repesca. En este cruce de salidas y regresos se vivió uno de los momentos más tensos: un cara a cara entre Avilés y Albert.
Sin cortarse un pelo Albert llegaba llamándole a este «sinvergüenza», algo que este no estaba dispuesto a tolerar, y así lo hizo saber. «Yo cuando me entrevistan no me llaman sinvergüenza«, expresaba el colaborador de Así es la vida. «Te lo digo a la cara, sinvergüenza», continuaba el bailaor. «Yo faltas de respeto no. Permíteme que yo participe en una entrevista contigo, pero no voy a participar con un entrevistador que me llama sinvergüenza«, seguía diciendo Avilés ignorando a su interlocutor y dirigiéndose directamente a la presentadora, Marta Flich.
«Me llama entrevistador cuando es él el que se cree que le van a dar un programa cuando salga de aquí, qué valor«, espetaba Albert. Y es que la convivencia entre ambos no fue muy fructífera. De hecho, el catalán echaba la culpa a este de su expulsión: «Me he ido por caer en su trampa, como le pasó a Álex, por caer en la trampa de este señor«.
«Se ha visto en los vídeos como tú metiste la mierda desde el primer momento con Naomi. La metiste en el jardín cuando luego dijiste que no. Le pusiste la cabeza así a él de mí y luego te pusiste a su lado porque te interesaba«, le acusaba Albert. Avilés, por su parte, soltaba: «No se puede jugar con la sexualidad de una persona públicamente en ningún momento«.
Este, que pedía a Marta Flich que intercediera, se negaba a continuar con este cara a cara en esos términos: «Marta, yo no voy a seguir participando porque te digo la verdad. Yo con respeto lo que queráis, de esta forma abro la puerta y salgo. Yo no le veo ninguna oreja al lobo cariño porque si tengo algo es más temple que tú porque no he contestado a tu sinvergonzonería«.
«Yo si quieres la entrevista de otra forma, pero de esta no«, añadía. Algo ante lo que Albert no pudo evitar reaccionar: «Ahora va de educado, de que no se le puede llamar sinvergüenza cuando él ha despotricado de todo el mundo y cosas peores«, expresaba.
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