La DGT advierte sobre esta práctica en las rotondas: supone multa por conducción temeraria

Puedes enfrentarte a sanciones de hasta 500 euros y en casos más graves a pena de cárcel

Ana Más

Las rotondas son una de las soluciones más sencillas para facilitar la circulación en cruces de caminos, que a su vez tal y como apuntan desde la web de la Cadena Ser » ha permitido reducir el peligro de accidentes en este tipo de intersecciones pero que, al mismo tiempo, también ha generado la confusión de conductores y conductoras que todavía no saben muy bien cómo encarar una de estas construcciones viales».

Y es que parece ser que los conductores todavía tenemos bastantes dudas con respecto a cómo debemos circular por las rotondas. Precisamente para aclarar todas esas dudas la DGT ha recurrido una vez más a sus redes sociales, concretamente a Twitter desde dónde ha aclarado una de las dudas más recurrentes,  si está permitido salir de una glorieta desde los carriles interiores, algo a lo que el organismo oficial responde tajante: «La respuesta es NO, como norma general».

Además de aclararlo ha explicado, «La obligación es salir por el carril exterior derecho (señalizándolo con el intermitente) para evitar colisionar con los vehículos que circulan de forma reglamentaria)». Matizando que así evitaremos chocar contra cualquier vehículo que salga desde el carril exterior hacia cualquiera de las otras salidas de la rotonda.


A esto te enfrentas por salir mal de las rotondas


Y es que además de evitar que tengamos un accidente, abandonar por el carril exterior derecho las rotondas tal y como explica la DGT, nos puede ahorrar dinero ya que hacerlo desde un carril interior conlleva una multa severa (500 euros y la pérdida de seis puntos del carné), que puede serlo mucho más e incluso castigarse con pena de prisión, si ponemos en peligro la vida de alguien.

Desde el mismo medio remiten al Área de Formación de Conductores de la DGT desde dónde hablan de lo peligroso de esta maniobra, tal y como explican, «Es quizás la maniobra más peligrosa que un conductor puede realizar dentro de una glorieta. Una maniobra ilegal que, combinada con el exceso de velocidad y una colisión en ángulo, puede comprometer la estabilidad y provocar incluso el vuelco de alguno de los vehículos implicados».

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