Desde eldiario.es se refieren a un estudio publicado en The Journals of Gerontology que «confirma que la actividad física practicada a partir de los veinte y de una forma continuada a lo largo de los años está relacionada con una mejor movilidad en la vejez y una mayor fuerza en los hombres mayores (aunque curiosamente no en las mujeres).»
Y es que a estas alturas tenemos suficientemente claro que hacer ejercicio es beneficioso para la salud y que el sedentarismo no es nada recomendable a ninguna edad. Sin embargo no a todas las edades debemos hacer el mismo ejercicio durante el mismo tiempo, sino que esto varía con la edad.
En una primera etapa, entre los cinco y los siete años recomiendan hacer actividad física recreativa y deportes durante una hora al día. En esta etapa la actividad física de los niños debe basarse en «juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados, en el contexto de la familia, la escuela o las actividades comunitarias», tal y como explican desde uppers.es.
Para los niños y jóvenes entre 5 y 17 años, la recomendación de la OMS es hacer al menos sesenta minutos al día a actividades físicas moderadas a intensas, principalmente aeróbicas, a lo largo de la semana. Además de incorporar actividades aeróbicas intensas y algunas para fortalecer músculos y huesos al menos tres días a la semana y limitar el tiempo que pasan frente a una pantalla.
Desde los 18 y los 64 años, hay varias opciones: hacer a lo largo de la semana entre 150 y 300 minutos de actividades aérobicas moderadas (caminar, bailar, jugar con niños, pasear al perro, realizar tareas domésticas), realizar entre 75 a 150 minutos de ctividades físicas aeróbicas intensas (correr, nadar, deportes competitivos, ir al gimnasio) o una combinación de ambas. Además de realizar dos o más días a la semana actividades de fortalecimiento muscular moderadas o más intensas que ejerciten todos los grupos musculares principales.
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