Fernando Simón adelanta el fin de las mascarillas en el transporte público: 7 de febrero

El experto ha asegurado que puede ser un buen momento para retirarlas

Teresa Moreno

Parece que el fin uso de las mascarillas en el transporte público está más cerca que nunca. Hasta la fecha era la única medida que quedaba latente para decir adiós definitivamente a todas las restricciones por la pandemia de coronavirus.  

Será en el próximo Consejo de Ministros del 7 de febrero cuando la ministra de Sanidad eleve la propuesta. Una vez se publique esta modificación de la normativa estatal en el Boletín Oficial del Estado (BOE), entrará en vigor la medida y llevar mascarilla en el autobús, en el metro o en los trenes o aviones pasará de ser una obligación a una opción personal.

Así lo ha confirmado el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, quien se ha encargado de anunciar día tras día la tendencia al alza del número de infectados por la Covid-19 y del número de fallecidos en nuestro país. 


Tras la celebración de una mesa redonda en Zaragoza bajo el título de Verdad y Mentira, código binario de la democracia, Fernando Simón ha llegado a confirmar que el fin de las mascarillas se hará efectivo en un plazo “muy corto” de tiempo, detallando que seguramente se llegué a aprobar la semana que viene o incluso, la siguiente.  

Para la seguridad de los ciudadanos, el experto ha indicado que esta medida ha sido consensuada con técnicos, especialistas sanitarios y las propias comunidades autónomas dejando claro que es una medida estudiada y medida al detalle.  

Fernando Simón también ha querido dejar claro que no hay que bajar la guardia y pide a la población seguir siendo responsable si padecen algunos síntomas. “Hay que entender que nuestra salud afecta de alguna forma a la de los demás, sobre todo, cuando hay una enfermedad infecciosa de por medio”, ha manifestado. 

Un chico lleva puesta la mascarilla en el transporte público.
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Cabe recordar que los síntomas de la Covid-19 pueden ser de lo más diversos, aunque los más comunes son fiebre, tos, fatiga, dolores musculares, dolor de cabeza, náuseas o diarrea, por citar solo algunos. Pero estos pueden cambiar teniendo en cuenta las nuevas variantes que son mucho más contagiosas. 

Aun así, la recomendación hasta la fecha de este comité de expertos ha sido siempre la de optar por la prudencia y mantener el uso de las mascarillas por lo menos hasta que acabase la temporada de infecciones agudas, que suele ser en el mes de marzo.  

Sin embargo, la creciente subida de contagios en China por el fin de la estrategia de la estrategia covid cero hizo saltar todas las alarmas. Algo que con las medidas de control de pasajeros procedentes de este gigante asiático se ha intentado subsanar para evitar nuevos brotes. Pese a que esta medida continuará vigente hasta mediados del próximo mes de febrero, la situación epidemiológica en España es buena ya que existe una estabilidad en el número de contagios por Covid-19 en España, lo que permite a este organismo adelantar el fin de las mascarillas en el transporte urbano.  

El fin de las mascarillas en el transporte urbano 

Estas palabras de Fernando Simón van en consonancia con las que la ministra de Sanidad Carolina Darias pronunciaba hace unos días al asegurar la semana anterior que el uso de las mascarillas en el transporte urbano sería “pronto” al ser preguntada por este asunto en una de sus intervenciones.  

Hace tan solo unos minutos, hemos podido conocer más detalles, ya que Darias en unas declaraciones a los medios de comunicación de este mismo miércoles 26 de enero, ha confirmado que el propio 7 de febrero será cuando se apruebe esta medida por parte del Gobierno central.

La ministra planteará esta medida en la reunión del Consejo de Ministros para que sea aprobada y desde entonces, y una vez que se recoja la modificación de la normativa en el Boletín Oficial del Estado (BOE), ya no será obligatorio llevar la mascarilla puesta en el transporte urbano.

De esta forma, el uso del tapabocas en los trenes, metros y autobuses pasará de ser una obligación para todos los pasajeros a ser una decisión personal.