Daniel Sancho continúa en la cárcel de Koh Samui en Surat Thani (Tailandia), a la espera del juicio por el asesinado y descuartizamiento de Edwin Arrieta, del que se confesó culpable a principios de agosto. Hace unos días sorprendían las imágenes que hacía públicas el programa Y ahora Sonsoles, en las cuales se podía ver al joven recreando el crimen con todo lujo de detalles ante las autoridades del país.
Estos día hemos podido conocer también la llegada a Tailandia del actor Rodolfo Sancho, padre de Daniel, que ha tardado un mes en viajar por motivos económicos, tal y como señalaban desde el programa Fiesta. Por su parte, la madre de este, Silvia Bronchalo, no tardó en trasladarse al país para estar cerca de su hijo.
Esta ha estado visitando a Daniel Sancho cada día, cumpliendo con el régimen de visitas de la prisión, que es de 15 minutos diarios de lunes a viernes. No obstante, tan solo una persona puede asistir a la visita, lo que se complica ahora que los dos progenitores están en el país.
El conflicto que ha ‘enfrentado’ a Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo
Desde Espejo Público señalaban que, con los dos padres de Daniel Sancho en Tailandia, se abre un conflicto entre ellos. Y es que al parecer Silvia Bronchalo ya tenía reservados los turnos de visita para esta semana. «Para poder verlo el padre ha tenido que pedir un doble permiso para ir acompañad de un abogado«, contaba el paparazzi Jordi Martín, que encuentra en el país para tratar de conocer cada uno de las novedades sobre el caso y los movimientos de los padres de Daniel.
No se sabe si Silvia y Rodolfo se han encontrado en Tailandia, ni si Silvia reservó las visitas a su hijo antes de saber de la llegada de su expareja. No obstante, está claro que la situación de su hijo les ha unido de nuevo y de ellos depende unir fuerzas para afrontar lo que está por venir, pues Daniel Sancho se enfrenta a una petición de pena de muerte por el presunto crimen cometido.
Si bien en las visitas el encarcelado solo puede reunirse con una persona, lo cierto es que Daniel Sancho podría tener la oportunidad de compartir un encuentro con sus dos padres al mismo tiempo el próximo 30 de septiembre. Se trata de un regalo de cumpleaños al que pueden acogerse los presos y que tiene dos horas de duración.
