La bonita reflexión que Sara Carbonero ha compartido en su Instagram sobre la infancia

Un bello poema de Vicente Gallego que ha acompañado con una foto suya de niña

Ana Más

«La infancia es un regalo que disgusta porque uno no sabe de qué sirve, y, cuando al fin lo entiende, ya lo ha roto», así termina el poema de Vicente Gallego que Sara Carbonero ha compartido en su Instagram junto a una foto suya de pequeña. Vicente Gallego es un poeta valenciano que comenzó a publicar a mediados de los ochenta y cuya poesía se enmarca dentro de la «poesía de la experiencia».

No es la primera vez que la periodista comparte fotos de ese periodo de su vida, hace tiempo escribía junto a otra imagen suya de niña el siguiente texto, “No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor. Lo que pasaba era que los que estaban peor todavía no se habían dado cuenta.” MAFALDA.

La periodista ha recibido un montón de «me gustas» por parte de sus seguidores que además han dejado comentarios como estos, «Cuando éramos felices de verdad y no lo sabíamos. Y, en muchos casos, sin tantas sillas vacías en la mesa», «la infancia suele estar llena de esa inocencia bonitay de esa felicidad inconsciente» u «ojalá se pudiera comprender en su momento» o este otro «Eras de pequeña muy bonita; ahora también lo eres x dentro y x fuera».


La reacción de los seguidores más conocidos de Sara Carbonero


En total más  de 47.000 ‘me gusta’ han sido los que ha acumulado la comunicadora, además de los anónimos también hay cariñosos comentarios  de personas conocidas, cómo este del poeta Defreds, «Siempre nos queda un espacio para ser niños. Dentro de los ojos» o «Ya apuntabas maneras desde pequeña. Eres una piedra preciosa», que escribía Raquel Salazar. Por su parte Emi Huelva, hermana de Helena Huelva destacaba el gran parecido de Martín el hijo mayor  de Sara con su madre, «Martín con tu mirada», escribía.

Un poema el de Vicente Gallego, cuyos primeros versos están cargados de nostalgia y lirismo, «La infancia en mi memoria es un derroche / una inmensa fortuna en el desierto / una flor en las manos de un cosaco/ un tiempo en que creí no tener nada / y sin saberlo tuve lo más grande/ esa firme creencia en que los años pondrían a mis pies el mundo entero».