Tamara Falcó habla por primera vez de su nuevo vestido de boda

La marquesa de Griñón celebra que por fin tiene traje

Teresa Moreno

Después de la tormenta siempre llega la calma o eso es exactamente lo que le ha pasado a Tamara Falcó que nuevamente vuelve a ser la novia más feliz del mundo porque por fin tiene vestido de novia, según lo confirma la revista ¡Hola! La marquesa de Griñón había viajado hasta Nueva York con un objetivo muy especial: encontrar el vestido de su novia. Sin embargo, solo necesito 48 horas en la ciudad de los rascacielos para que dejará atrás la sensación agridulce que sentía tras haberse quedado sin vestido de novia tras unas desavenencias con la firma vasca Sophie et Voilá.

Así lo confirman las imágenes de su reunión con Wes Gordon, director creativo de Carolina Herrera, quien le está confeccionando el tan ansiado vestido en un tiempo record, ya que la esperada ceremonia que se celebrará el próximo 8 de julio.

Aun así, Tamara Falcó ha querido dar más detalles a la citada cabecera explicando que hasta Isabel Preysler se quedó fascinada cuando vio el traje: «Mi madre se quedó encantada con el giro que ha dado el vestido. Me llegó a decir: ‘por fin… Esto sí que es un vestido de novia'», declaró la marquesa de Griñón.


 

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Según ha desvelado Gordon al citado medio, la musa de Tamara Falcó ha sido Grace Kelly y la propia tela del traje es de una empresa textil española. El director ejecutivo de la firma también ha desvelado que el vestido llevará incorporado algunos «bordados» a mano, los cuales estarán inspirados en la tiara, adorno enjoyado que se lleva en la cabeza, así como en sus flores favoritas.

Sin embargo, esta noticia no pilla por sorpresa a los lectores, ya que hace unos días en El Hormiguero adelantaba esta noticia en exclusiva. Desde el programa en el que trabaja, la joven señaló que la prueba en Nueva York fue «fenomenal» y en la que estuvo acompañado por su madre pero también por el propio Gordon. Más allá de la primera toma de contacto, la marquesa de Griñón manifestaba que se había sentido muy cómoda y «escuchada» por todo el equipo y que por fin podñia gritar a los cuatro vientos que tenía algo que ponerse en el día de su boda.

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