Esto es a causa de que sea uno de los fármacos más populares, fáciles de conseguir y efectivos a la hora de acabar con el dolor, puesto que actúa como inflamatorio y ayuda a disminuir la fiebre. Pese a ello, en muchos casos se encuentra contraindicado, pero caemos en el error de tomárnoslo muy a la ligera y nos conviene saber diferenciar las ocasiones en las que podemos ingerirlo.
Como todos los fármacos, tienen efectos secundarios y es conveniente acudir a un experto para que te recomiende lo más adecuado dependiedo a las características, necesidades y condiciones de cada mujer. En este sentido, la Agencia Española de Medicamentos se pronuncia al respecto con una recomendación genérica: «En procesos dolorosos de intensidad leve a moderada, y cuadros febriles, la dosis diaria recomendada es de 800-1.600 mg, administrados en varias dosis, dependiendo de la intensidad del cuadro y de la respuesta al tratamiento. En la dismenorrea primaria, se recomienda una dosis de 400 mg de ibuprofeno hasta el alivio del dolor, y una dosis máxima diaria de 1.200 mg».
Cuidado con las Aspirinas. Mucha gente las toma por sus efectos antiinflamatorios, pero no se recomienda para el dolor menstual, debido a su efecto anticoagulante, por lo que podría provocar aún más sangrado. Así como tampoco conviene abusar de los ibuprofenos, puesto que trae consigo problemas estomacales y digestivos.