Milia: qué son esos antiestéticos y molestos puntos blancos en el rostro y cómo eliminarlos

Aparecen cuando la piel crece en exceso sobre un poro y atrapa restos de la misma y algo de grasa bajo la superficie

Ana Más

Quizás hayas pensado que esos puntos blancos pequeñitos que aparecen en tu rostro (sobretodo en el contorno de ojos, mejillas y nariz) de vez en cuando son acné e incluso los hayas tratado como tal. Pues bien, nada más lejos de la realidad, se trata de milia, otro tipo de granitos, «similares en apariencia pero indoloros e imposibles de aplastar, que resultan antiestéticos y que se denominan milium‘ o ‘milia‘», explican desde 20Minutos. 

Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD, los define en el mismo medio como «pequeños quistes hechos de queratina. La queratina es una proteína que se aloja en la capa más superficial de la piel, llamada estrato córneo, que forma el cabello, las uñas y la piel» y explica además que aparecen cuando la piel crece en exceso sobre un poro y atrapa restos de piel y algo de grasa bajo la superficie.

Por otra parte Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8 nos da un truco para asegurarnos de que no se trata de acné: comprobar que no salga nada de su interior si lo presionamos, como ocurre con un punto negro o una espinilla.


Cómo tratar la milia: nunca nosotros mismos

Getty

Desde la web de Nivea hablan de la exposición a la radiación UV, además del tabaco y el alcohol, el excesivo uso de productos de higiene o cosméticos oclusivos o agresivos para la piel y de algunas lesiones como heridas o intervenciones quirúrgicas además de afecciones como la dermatosis, como posibles causas de su aparición. 

 Y aunque desaparecen solos, explican que lo aconsejable es recurrir a un profesional para ello, que, «puede recomendarte tratamientos de exfoliación profesionales o realizar una limpieza de la piel con una aguja específica» o incluso hacer una pequeña incisión en la piel para llevar a cabo la extracción del quiste, pero nunca debemos eliminarlos nosotros mismos. 

Precisamente del peligro de hacerlo habla en 20Minutos  Estefanía Nieto, desde Omorovicza: «Si no se hace con cuidado, podemos lesionar la piel. Eso sí, cuando no se extirpan, algo habitual en quienes los tienen, o se hace de manera incorrecta, se puede desarrollar una infección por la herida que se haya provocado».   

MÁS SOBRE: