Pablo López

Pablo López se sincera sobre la relación con su padre diez años después de su muerte: «A veces estaba y otras no»

El artista habla de cómo llevó el abandono de la figura paterna

Lola Rabal

La historia de Pablo López se puede entender de muchas formas. Él, muy generoso, la explica en sus letras, en su sonrisa o su mirada, pero a veces lo hace de forma más explícita. Se sienta frente a un periodista y responde con sinceridad cada pregunta. El malagueño ha conseguido mantener su vida privada para él, pero regala momentos como este cuando se siente cómodo para hablar de su infancia y lo que le marcó.

Es fácil entender en que momento se encuentra un artista gracias a su música. Pablo López es el mejor ejemplo de ello. El piano se convirtió en su mejor amigo y no se avergüenza cuando se coloca ante él. Mamá no es la canción que le regaló a su madre. El artista culpa, con los ojos brillosos, a la mujer de todo lo bueno que le ha ocurrido en su vida. «Gracias mamá por la foto; por conseguir que todo siga exactamente igual que ese día» le dedicaba estas fotos en su perfil de Instagram.

 


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Sin embargo, la relación con su padre no fue así. Falleció en 2014, y fue después de que los dejara cuando el cantautor se atrevió a ponerle nombre al tipo de relación que mantenían.

Pablo López: «Mi padre a veces estuvo y otras veces no»

Quizá la serenidad con la que el andaluz habla de la ausencia de su padre tiene más que ver con la madurez que con la honestidad. Con tan solo 5 años, Alberto, que es como se llamaba su padre, abandonó la casa familiar de Fuengirola tras separarse de Lola, la madre de Pablo. Esta carencia «ha sido siempre mitigada con humor» explicaba a Bertín Osborne en ‘Mi casa es la tuya’.

El presentador consiguió que el cantante se sintiera cómodo para detenerse en el tema y hablar de su infancia. «Mi padre a veces estuvo y otras veces no» dijo para introducir el tema. «Sin embargo la naturalidad y la normalidad es el mayor patrimonio que tiene mi familia. De todas formas, yo no creo que mi padre quisiese hacerme daño a mí» añadía.

Quiso aclarar que “nunca hubo peleas en su casa” y es que fue una relación ausente, pero un vínculo seguro. Cuando pasaba tiempo con él, le ponía nueva música. Fue el culpable de su interés desde pequeño por la composición. Pese a que su madre le recuerda diariamente que «tiene toda la cara de su padre», quizá fue lo único que les unía a ambos.

Alberto falleció en el año 2014 . Este año se cumple diez años del adiós más duro y el cantante ha querido hacer balance de esta pérdida: “siempre digo que ahora me llevo de puta madre con él y es que, sin ser yo creyente, tengo la sensación de que está conmigo de alguna manera. Siento que estos diez años los estoy viviendo con él”.

Estos versos de la canción Mamá no se clavan como un puñal, pero como uno que ayuda a abrazar la realidad de uno mismo.

Pero mama no
No, no no, no no, mama no
Díselo
Mama no
Que no me conocen, no

Por culpa del aire, la voz, y la voz culpable
Herida de tanta canción sin padre
Yo corriendo demasiado
Y tú casada con el miedo
Y mil, jurando que me vieron mal, desnudo, muerto, ¡mama!

Díselo, por favor
Que no me conocen, no
Me conocen por culpa del aire