Penterafobia, cuándo la manía a tu suegra va más allá del ‘no la soporto’

El término viene del griego 'pentheras', que significa suegra, y de 'phobos', que significa odio o miedo

Ana Más

Son muchos los refranes y chistes en torno a las suegras. Sin embargo para muchos esto va más allá de un chascarrillo o algo gracioso y la sola presencia de sus suegras les provoca un sarpullido. Algunos lo llevan como pueden intentando evitar verlas en la medida de lo posible, sin embargo para otros esto puede convertirse en toda una fobia, un miedo que incluso tiene nombre: penterafobia. 

Un término que viene del griego  ‘pentheras’, que significa suegra, y de ‘phobos’, que significa odio o miedo. Se define como el miedo o terror a la suegra, no se trata de que te caiga mal o no la aguantes, para ser penterafobia ha de reunir unas características determinadas.

La primera de ellas el miedo excesivo y persistente hacia la figura de tu suegra, intentos de evitar el contacto físico y visual con ella y sentir ansiedad e incluso estados de pánico ante su presencia, explican desde welife.es. 


Las causas de la penterafobia 

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Es decir, su mera presencia puede desencadenar ataques de ansiedad e incluso tal y como explica en el mismo medio la psicóloga Esther Cantos, no hace falta que haya contacto visual ni físico, «basta con pensar en que se ha de tener un encuentro, o incluso que se hable de ella, para que la persona comience a perder el control». 

Respecto a las causas que la provocan, como en el caso de otras fobias, no es sencillo identificarlas y es que tal y como explica esta experta, no es lo mismo detestar a tu suegra, que sufrir una fobia: «hablamos de un miedo irracional», matiza y añade que «por mucho que se pueda pensar que procede de situaciones de la infancia, de traumas pasados o de experiencias vitales, neutralizarlo puede ser muy difícil”. 

En algunos casos puede tener que ver con que los padres y madres de aquellos que la sufren odiaran a sus suegras, es decir con el condicionamiento familiar que ha hecho que interioricen la idea de que la figura de la suegra es negativa. Además del papel de la genética y  los constructos sociales y culturales, auqnue ninguno de estos factores por si solos es determinante apra que aparezca la fobia, según la psicóloga, que recomienda el abordaje profesional cuándo la relación con tu suegra vaya más allá del ‘no la soporto’. 

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