Sonsoles Ónega no puede evitar emocionarse con esta invitada: «Hoy todos somos Milagros»

A la periodista se le saltaron las lágrimas al relatar la historia

Ana Más

Milagros, era una de las invitadas de ayer en Y ahora Sonsoles’, el programa que presenta Sonsoles Ónega en las tardes de Antena3. La presentadora no pudo evitar emocionarse ante la historia de la mujer, de 87 años, cuya cuidadora le había robado 30.000 euros, que se había gastado en viajes, restaurantes y ropa. Algo que descubrió gracias a su nueva cuidadora.

Y es que ante la imposibilidad de valerse por si misma, tras cinco meses ingresada en el hospital por una caída, Milagros contaba con la ayuda de esta persona, que poco a poco se fue ganando su confianza y le hizo un desfalco de todos sus ahorros, dejándola incluso con deudas y sin nisiquiera dinero para sus gastos diarios.

A pesar de todo, Milagros seguía sonriendo, «Y sigue usted sonriendo», le decía Ónega, mientras contaba su historia antes de entrevistarla, «Es que yo soy así», decía ella sonriente, mientras bromeaba incluso sobre lo que le ha sucedido.  Cuando el programa le mostraba las imágenes de la policía deteniendo a la cuidadora en Almería, espetaba con una sonrisa un  «¡Ay, la granuja!».


Sonsoles Ónega: «que a usted no le falte de nada»


La presentadora ha empatizado totalmente con Milagros e incluso planteaba la necesidad de redactar una Ley del Mayor: «Igual tiene que haber una supervisión más fina en los mayores», decía y añadía emocionada: «Todos hemos tenido abuelas, tenemos madre, tenemos padres que serán mayores y serán como usted, a los que queremos bien cuidados, y todos somos un poco Milagros hoy».

Milagros la abrazaba y le pedía que no llorara, mientras Sonsoles le contestaba: «Ahora a ver cómo lo arreglamos […] que a usted no le falte de nada» y le explicaba que la centralita ‘se estaba cayendo’ de llamadas de gente que querían ayudarla. Milagros ante la noticia exclamaba un «ohhh, no me digas, pero, ¿tan buena soy yo?», provocando la risa del público. Incluso después de despedir a su invitada, la presentadora reconocía seguir con ‘el alma encogida’.