Ir de karaoke es una actividad muy divertida para realizar con familia o amigos, pero muchas veces el mayor de los conflictos llega en el momento de escoger la canción que se va a interpretar frente al micrófono. Es por eso que hoy te traemos algunos de los himnos más icónicos de la música que nos une, que están presentes en cualquier karaoke que se precie, entre los que se incluyen artistas de la talla de Amaral o Estopa. ¿Te atreves a cantarlas?
No hay persona en nuestro país que no haya escuchado alguna vez esta canción que los hermanos Muñoz publicaron en 1999, formando parte del repertorio de su disco homónimo, con el que se presentaron a la industria musical.
«Y al pasar por tu calle allí estabas tú, esperando en la parada del autobús, comiéndote con gracia aquel chupachups ¡Qué vicio, qué vicio! No se que me dio por la espalda, cuando vi la raja de tu falda, que un Seat Panda se me cruzó y se comió el parachoques de mi Ford Escort. Por la raja de tu falda yo, tuve un piñazo con un Seat Panda».
Es, con diferencia, una de las canciones de Amaral que más ha sonado a lo largo del tiempo, ya que su letra y su melodía pegadiza ha calado profundamente en la cabeza de sus seguidores. También es un tema perfecto para disfrutar con tus amigos en una noche de fiesta.
«Marta me llamó a las seis hora española, sólo para hablar, solo se sentía sola porque Sebas se marchó, de vuelta a Buenos Aires, el dinero se acabó, ya no hay sitio para nadie ¿Dónde empieza y dónde acabará, el destino que nos une y que nos separará? Yo estoy sola en el hotel, estoy viendo amanecer, Santiago de Chile se despierta entre montañas».
A lo mejor por su título no te suena, pero la canción te atrapará en cuanto escuches un trozo de su memorable ritmo, que traerá a tu mente recuerdos de hace ya algunos años, ya que fue publicada por el grupo en 2004, dentro del disco ‘Flores de alquiler’.
«No es que sea el alcohol la mejor medicina, pero ayuda a olvidar cuando no ves la salida. Hoy te intento contar que todo va bien, aunque no te lo creas, aunque a estas alturas un último esfuerzo, no valga la pena, hoy los buenos recuerdos se caen por las escaleras y tras varios tequilas, las nubes se van pero el sol no regresa».
Como todas las canciones que hemos nombrado anteriormente, esta de Fito y Fitipaldis también es una de las grandes composiciones de la música en español, y es más que probable que hayas tarareado su melodía en más de una ocasión.
«Él camina despacito que las prisas no son buenas, en su brazo, dobladita con cuidado, la chaqueta, luego pasa por la calle dónde los chavales juegan, él también quiso ser niño pero le pilló la guerra, soldadito marinero conociste a una sirena de esas que dicen te quiero si ven la cartera llena, escogiste a la más guapa y a la menos buena, sin saber cómo ha venido te ha cogido la tormenta».
¿Cuál tienes más ganas de cantar?
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