Este lunes de Pascua se ha conocido la muerte del Papa Francisco. Este llevaba un tiempo delicado de salud, y aunque los médicos han tratado de hacer todo por él, finalmente fallecía a los 88 años de edad. El pontífice deja con su muerte un enorme vacío en la Iglesia católica y en los corazones de un montón de creyentes por todo el mundo.
Francisco, cuyo nombre de nacimiento es Jorge Mario Bergoglio, fue el primer papa latinoamericano, y su papado se ha distinguido por su hincapié en la humildad, la justicia social, y por intentar reformar la Iglesia, lo que en algunos casos que le llevó a levantar ampollas dentro de la comunidad religiosa.
Su muerte nos empuja a meditar sobre los guías que han conducido la Iglesia durante las últimas décadas, una época sin duda compleja dentro del catolicismo. Tras los más de 26 años de papado de Juan Pablo II, los siguientes líderes de la Iglesia romana protagonizaron papados más cortos.
Hacemos un repaso cronológico de los últimos papas que ha tenido la Iglesia católica:
Jorge Mario Bergoglio, nacido en Buenos Aires, Argentina, fue elegido papa el 13 de marzo de 2013. Su pontificado ha estado marcado por su enfoque en la misericordia, la inclusión y el diálogo interreligioso. Francisco abogó por los derechos de los migrantes, la lucha contra la pobreza y la crisis climática.
Joseph Ratzinger, proveniente de Baviera, Alemania, era famoso por su vasto saber teológico y su postura conservadora en temas doctrinales. Su dimisión en 2013 fue toda una sorpresa, la primera en casi 600 años. Esto conmocionó al mundo, dejando el camino abierto a Francisco.
Karol Wojtyla, un papa polaco y muy singular, fue un líder lleno de carisma y energía. Su papado, que duró algo más de 26 años, fue marcado por su oposición al comunismo y su fervorosa defensa de los derechos humanos. Sobrevivió a un atentado en 1981 y, como dato curioso, era adorado por los jóvenes.
Albino Luciani, patriarca de Venecia, tuvo uno de los papados más cortos de la historia, durando solo 33 días. Su estilo directo y su sencillez lo hicieron querido por muchos, pero su muerte prematura dejó muchas preguntas sin respuesta.
Giovanni Battista Montini, elegido en pleno Concilio Vaticano II. Su pontificado estuvo centrado en aplicar las reformas del Concilio. Su encíclica Humanae Vitae generó debate por su postura contra la anticoncepción.
Angelo Roncalli fue apodado «el Papa Bueno». Impulsó el Segundo Concilio Vaticano, que buscó modernizar la Iglesia y abrirla al mundo
Eugenio Pacelli, de perfil aristocrático, fue el papa durante la Segunda Guerra Mundial, un tiempo difícil. Su papado estuvo marcado por la controversia sobre su respuesta al Holocausto, aunque muchos judíos fueron salvados gracias a sus esfuerzos.
Achille Ratti resolvió la «cuestión romana» con la firma de los Acuerdos de Letrán, que establecieron el Estado Vaticano. Su papado también estuvo marcado por su oposición al fascismo.
Sus nombres han dejado una marca imborrable en la historia de la Iglesia Católica, cada uno enfrentando sus propios desafíos y con enfoques únicos. La muerte del Papa Francisco nos recuerda la constante continuidad y a su vez los cambios en esta institución que ha guiado a millones de fieles durante los siglos.
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