
«Cuando duermes del lado derecho el estómago queda por encima del esófago y los ácidos suben hacia arriba, hacia tu boca, produciendo reflujo, malas digestiones, gases y peor descanso nocturno«, señala esta.
Esta no es una regla universal y, de hecho, ella misma apunta que si sueles dormir más cómodo del lado derecho y ello no te supone problemas de este tipo, puedes seguir adoptando esta postura para descansar. No obstante, varios estudios señalan los beneficios de dormir del lado izquierdo, y así lo hace saber.
«Si duermes del lado izquierdo el estómago se queda debajo del esófago y la gravedad te ayuda. El ácido no puede subir, duermes mejor y tienes mejores digestiones. Además, dormir del lado izquierdo puede mejorar la circulación y el drenaje linfático tanto de tu cuerpo como de tu cerebro, eliminando toxinas y mejorando tu función cerebral«, añade.
En el caso de las embarazadas también es una recomendación dormir del lado izquierdo para mejorar la circulación linfática y la cardiaca pulmonar, facilitando que el flujo sanguíneo llegue al feto.
En la publicación la doctora también señala que «en personas sanas no hay evidencia sólida que demuestre una diferencia significativa entre lado izquierdo y derecho para la circulación cardio pulmonar, aunque algunos autores sugieren que según la fisiología sería mejor el izquierdo«. En cualquier saco, «si tienes problemas cardíacos lo mejor es consultar con tu médico«.
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