
Con esta frase, el cantante, que se encontraba en Chiclana de la Frontera (Cádiz), municipio donde tendría lugar su próximo concierto, quiso contar una anécdota que sin duda marcaría el resto de su gira.
El protagonista de esta historia se llama Nicolás González, miembro de la banda de Camilo, a quien el cantante presentó como «un personaje heroico, un héroe de la vida real» para que empezara a contar esta historia que nos dejará «los pelos de punta».
El músico comenzó a relatar que se encontraba en el restaurante de un hotel con el resto de sus compañeros cuando en mitad de su almuerzo empezaron a escuchar muchos gritos alrededor.
El resto del grupo también quiso participar en el relato de esta fatídica historia comentando que Nico se encontraba muy nervioso al ver a una señora que parecía estar ahogándose.
«Estaba morada, desmallándose encima de la mesa y uno de sus familiares intentó hacerle la maniobra» comentaba el guitarrista. En ese momento González se dio cuenta de la gravedad de la situación y corrió hacia la mujer mientras gritaba el nombre de Frankie, uno de sus acompañantes, quien declaró que no pudo hacer nada porque estaba «en shock».
Sin embargo, en medio del caos, Nico demostró una gran valentía al intentar salvar a la señora, realizándole la maniobra de Heimlich, lo cual, afortunadamente, resultó exitoso.
Ante esto, Camilo felicitó a su amigo por este gran gesto y quiso hacer una reflexión sobre lo importante que es que la gente sepa hacer esta maniobra correctamente, pues Nico confesó que él no sabía realizarla, que fue algo instintivo.
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