Ha llegado el buen tiempo. Y con él, las playas y piscinas vuelven a llenarse de personas que buscan refrescarse, disfrutar del verano y, cómo no, broncearse.
Sin embargo, a pesar de que una piel morena se asocia con un aspecto más saludable y atractivo, la realidad es que la exposición prolongada al sol supone un riesgo importante para la salud.
Los dermatólogos recuerdan que la radiación ultravioleta causa lesiones cutáneas que se acumulan con el tiempo, provocando manchas, arrugas prematuras e incluso aumentando el riesgo de cáncer de piel.
Ante este escenario, cada vez más personas buscan alternativas para lucir moreno sin comprometer su piel. Una de las opciones más recomendadas son los autobronceadores, productos cosméticos capaces de proporcionar un tono dorado sin necesidad de exponerse al sol.
El farmacéutico especialista en cosmética Pablo García, autor del libro ‘El frío no resfría’, explica que el ingrediente activo más habitual es la dihidroxiacetona (DHA). Este azúcar, al reaccionar con las proteínas de la capa más externa de la piel, produce un color temporal similar al de un bronceado natural. “Es una manera muy sencilla y segura de tener un bronceado. Si quieres estar moreno, es una buena opción. Hoy en día su efecto está muy conseguido y te dan un tono de piel igual que un bronceado normal. Con solo aplicártelo consigues un moreno saludable, y no tienes por qué ni quemarte, ni exponerte al sol, ni generar arrugas, ni generar manchas, ni cosas más graves”, señaló en una entrevista con Informativos Telecinco.
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No obstante, García recuerda que estos productos no ofrecen protección frente a los rayos ultravioleta y no deben confundirse con los protectores solares. “Debemos usar siempre protector solar en todas las partes del cuerpo, sin olvidar zonas como las orejas o los empeines de los pies, y reaplicarlo cada dos horas o después de bañarnos, estar en la arena o secarnos con la toalla. Además, es importante hacer uso de la sombra, llevar gorros y gafas de sol para estar bien protegidos”, añadió.
Actualmente, el mercado ofrece varias presentaciones de autobronceadores para adaptarse a todas las necesidades. Las cremas, lociones y geles son las más comunes, mientras que los sprays facilitan la aplicación en zonas de difícil acceso y las toallitas resultan prácticas para viajes o retoques rápidos. También existen los autobronceadores graduales, que intensifican el color poco a poco con cada aplicación.
Para obtener un resultado uniforme y duradero, los expertos recomiendan exfoliar la piel antes de aplicarlo, cubrir bien toda la zona para evitar manchas, lavarse las manos tras el uso y mantener la piel bien hidratada para prolongar el efecto.
De esta forma, es posible disfrutar del ansiado bronceado sin los riesgos asociados a la exposición solar directa, cuidando la salud de la piel y evitando consecuencias irreversibles en el futuro.
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