
La escena tuvo lugar a su llegada al aeropuerto de Madrid-Barajas tras unos días de descanso en Ibiza junto a su marido Omar Ayasshi. Con un gorro blanco que le cubría parcialmente el rostro, la presentadora intentó evitar las preguntas que le hacía el enviado de Europa Press y prefirió dejar que sea la propia vocalista de La Oreja de Van Gogh la que dé las explicaciones.
Esta aparición cobra especial relevancia si se considera que hace unos meses Cayetana Guillén Cuervo adelantó que Amaia volvería al grupo, un desliz que generó polémica y el fin de su amistad hasta ahora, de momento.
En aquel momento dijo: «Yo lo sé desde hace mucho. No dije nada en casa, ella me pidió que, por favor, no se lo dijera a nadie».
El motivo de su actitud parece claro. La actriz prefiere evitar nuevas repercusiones tras lo ocurrido en el pasado mes de abril. Su entorno asegura que Cayetana está «muy triste» por el revuelo que generaron las declaraciones y que desea no interferir más en la dinámica de la banda o de la propia Amaia.
Para el grupo, este regreso supone una nueva era tras la salida de la vocalista Leire Martínez, sustituta de Amaia durante 17 años. Y para Guillén Cuervo, el papel corresponde ahora al silencio, mientras los micrófonos de la prensa se centran en la banda.
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