Teléfono móvil - nomofobia

Qué es la telefobia: El miedo cada vez más creciente entre los jóvenes

El uso de los dispositivos móviles y la consolidación de las redes sociales han transformado profundamente la forma en que nos relacionamos

Lucía Villalba

En pleno auge de la era digital, la inmediatez y la comunicación reinan. Pero como consecuencia de esto, aparece un fenómeno silencioso y creciente que empieza a llamar la atención, la telefobia. Este término hace referencia al miedo irracional a responder o realizar llamadas telefónicas, especialmente entre los más jóvenes.

Lo que en décadas pasadas era una forma natural de interactuar, hoy genera ansiedad, incomodidad y, en algunos casos, auténtico bloqueo emocional. El uso de los dispositivos móviles y la consolidación de las redes sociales han transformado profundamente la forma en que nos relacionamos. Las nuevas generaciones, criadas en un entorno dominado por la comunicación escrita, inmediata y muchas veces editable, muestran cada vez más rechazo hacia las interacciones tradicionales. Preferir no decir nada antes que arriesgarse a ‘hacerlo mal’ durante una llamada es una conducta cada vez más común.

¿Qué opinan los expertos acerca de la telefobia?

Jorge Ramiro Pérez Suárez, profesor Titular en Criminología Aplicada a Espacios Digitales de la Universidad Europea, explica que este fenómeno es un reflejo del profundo impacto que los espacios digitales tienen en la conducta intergeneracional. «Han cambiado los códigos, signos, lenguajes y modelos de comportamiento, especialmente en los más jóvenes: Millennials, Generación Z, etc, afirma.

Pérez Suárez señala que las redes sociales han creado una nueva interfaz entre el ser humano y la tecnología, que no sólo transforma la forma de comunicarse, sino también la cosmovisión de quienes las utilizan. “Todo es más inmediato, más simple: me gusta o no me gusta, es verdad o mentira. Todo ello, rodeado de una falta de contexto”, sostiene.

Este tipo de interacción rápida y fragmentada ha reducido la exposición a situaciones donde es necesario improvisar o comunicarse en tiempo real, como ocurre en una llamada telefónica. La consecuencia es una generación culturalmente forjada por plataformas digitales, con nuevas formas de entender el mundo, y también nuevos miedos.

Según el experto, la telefobia no se limita a las llamadas, también afecta a interacciones cotidianas que requieren exposición directa, como pedir en una tienda o hacer una consulta presencial. El temor al juicio, al rechazo o a no saber gestionar la situación sin filtros se convierte en una barrera real para muchas personas.

La telefobia se revela como un síntoma más de un cambio de paradigma en la comunicación humana. No se trata simplemente de una preferencia por lo digital, sino de una transformación profunda en la forma de conectar, hablar y de ser.

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