Gigante, el próximo álbum de Leiva, parece estar más cerca que nunca. Junto al primer lanzamiento de Gigante, en octubre, y el segundo, Bajo presión, en noviembre, ahora da un paso más allá con Ángulo muerto. Un sencillo que promete ser uno de los últimos adelantos antes de poder disfrutar la obra en su conjunto, por la que ya tenemos la miel en los labios.
Con este nuevo adelanto, el cantante dejaba caer que se trata del «3/4«. Es decir, si es así como parece, solo faltaría un adelanto más para conocer el disco en su conjunto. Un álbum que, sin duda, se ha hecho de rogar desde que fuese anunciado hace más de tres meses.
Ahora con Ángulo muerto el artista cautiva con una balada más suave y romántica, en comparación con sus dos primeros lanzamientos, pero que no deja atrás ese desgarro característico de Leiva, empastando así a la perfección con la ligera melodía. Una letra, además, con la que el intérprete nos sumerge en las heridas causadas por un gran desamor, que a pesar de doler, no le terminan de matar.
El intérprete además aludía al gran Joaquín Sabina al publicar el lanzamiento de este tema. Y es que tras las numerosas veces en la que ambos artistas han trabajado junto, Leiva no ha podido evitar encontrar a su gran amigo en lo que ahora supone como su nueva canción: «Llevo un tiempo pensando que en esta canción hay algo del alma de mi amigo Joaquín Sabina. Llevamos tantos años componiendo juntos que me gusta pensar que inevitablemente se acaba colando en alguna canción. Eso está bonito«, escribía en redes.
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Con dos primeros videoclips dignos de una gran obra audiovisual, el cantante ahora continúa su recorrido subido a un vespino. Una secuencia formada por tres videoclips, que empezó en una casa más bien abandonada y, que tras deambular por las vías del tren y marcharse montando a la parte trasera de un camión, el artista nos deja con la intriga de a dónde se dirige en este nuevo camino.
Le sacaba catorce en realidad
El camión me pasó por encima
y sus ojos como dos cerillas prendidas
me miraban con miedo a ingresar
por un tiempo en mi vida
Me lo quiso contar
cuando estaba curando otra herida
lejos del huracán
Esa chica me quiso de verdad
me birló el corazón enseguida
casi sin despeinarse me golpeó en la barbilla
Dominaba los tiempos, quizás
ella no lo sabía
yo quería pensar
Mientras yo jadeaba en mi esquina
se dejaba ganar
Se coló por mi ángulo muerto
como un ninja deambuló por mi pecho,
sin dejarme señal
Esa vaina de estar por el aire sólo es química a saco
dura veinte segundos como el veneno de sapo
como la fuga del Chapo
perfecta, fallida, y fugaz
como sus tentáculos.
La agonía tiene forma de león
la ternura silueta de dama
de mi madre en Asturias con las piernas cruzadas
De repente me siento un cabrón escribiendo esta carta
sin una dirección.
A menudo despierto en mi casa como en una pensión.
Todo el mundo sabe ya que soy tuerto
que desnudo parezco un insecto
y vestido un señor
Esa vaina de estar por el aire sólo es química a saco
dura veinte segundos como el veneno de sapo
como la fuga del Chapo
perfecta, fallida, y fugaz
como sus tentáculos.
Cuando aprieta el despecho
y te silban las balas,
cuando cruje el bolsillo
y la luna se empaña,
no me des más por muerto,
sólo llevo un disparo en el ala
el camino más recto
aguantar la mirada
te confieso un complejo
si me cubres la espalda
no me des más por muerto
sólo llevo un disparo en el ala
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