
Lo mejor es que ya no hace falta recolectarlas, pues en cualquier supermercado encontrarás una gran variedad de setas cultivadas, frescas y seguras para cocinar.
1. Para ensaladas o sopas rápidas
El clásico champiñón blanco nunca falla. Su sabor suave y textura tierna lo hacen perfecto para ensaladas templadas o cremas ligeras. Puedes cortarlos en láminas finas y añadirlo en crudo con un chorrito de limón, o saltearlo brevemente para realzar su aroma.
2. Para plancha o platos más intensos
Si buscas un un sabor más profundo, apuesta por el champiñón marrón o las setas de ostra. Estas últimas tienen una textura más carnosa y un toque que recuerda a los frutos secos. Son ideales para cocinar a la plancha, saltear con verduras o preparar pasta.
3. Para guisos, risottos o platos con sabor potente
Las setas orientales, muy populares actualmente, aportan un sabor que da profundidad a cualquier plato. Son perfectas para risottos, guisos de carne o caldos concentrados. Eso sí, necesitan cocerse ben para suavizar su textura y liberar todo su aroma.
4. Para dar un toque gourmet
MÁS SOBRE: