Pastora Soler

Pastora Soler se enfrenta a la prueba de vestuario más surrealista en una cámara oculta: «¿En serio?»

La artista se ha convertido en una de las víctimas del programa 'Pasa sin llamar'

Marcos Aceña

El último año ha estado cargado de música y éxitos para Pastora Soler. Publicó a finales del año pasado ’30’, el álbum con el que celebró su trigésimo aniversario dedicándose al mundo musical, así como está haciendo con el tour ‘Rosas y espinas’ que llegará a su fin, previsiblemente, el próximo 20 de diciembre en Sevilla.

Pero entre concierto y concierto ha tenido tiempo también para hacer algunas paradas en la pequeña pantalla, y una de ellas ha sido en ‘Pasa sin llamar’, un programa de La 2 presentado por Alba Carrillo, Inés Hernand, Mariona y Carmina, en el que una de las secciones estrella son las cámaras ocultas, de la que ha sido víctima la cantante de ‘Quédate conmigo’.

 

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Pastora Soler, la víctima perfecta de ‘Pasa sin llamar’

La encargada de llevar a cabo estas cámaras ocultas es Jenni Aclcolado, una creadora de contenido que se ha dado a conocer en redes sociales como Tik Tok haciendo bromas de este estilo a gente anónima por la calle. En este caso se ha hecho pasar por Marian Dibuá, una supuesta diseñadora de moda «recién aterrizada de la Fashion Week de París», que ha contado con la ayuda de José Perea, diseñador habitual de Pastora Soler, como gancho.

A lo largo de la broma, la presunta diseñadora ha intentado convencer a la artista para vestir algunos de los estilismos más arriesgados, como el dominado por un plátano gigante o un vestido inspirado en el memorable look de Lady Gaga conformado por filetes de ternera, entre otras opciones de lo más variopintas.

La artista, mientras veía los diseños en una tablet ha estadio a caballo entre el asombro y la incertidumbre, se atrevía incluso a reírse y espetar frases como «Qué graciosa» o «Una cosa es que hablen de mi y otra cosa es que digan ‘¿Dónde va esta? ¡Qué cuadro!». Ya cuando le ha tocado probarse algunos diseños reales no podía contener la risa ante el surrealismo de la ropa: «No va mucho conmigo. (…) Estoy pasando un mal rato, yo me voy ya de aquí», llegaba a confirmar la artista en alguna ocasión.

 

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Ya al final de la broma le han confesado que se trataba de una cámara oculta sacaba a relucir su lado más humorístico, riéndose a carcajadas y abrazando a la presunta diseñadora, sellando así un recuerdo que ninguna de las dos olvidará.