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¿Por qué no deberías ver una serie de golpe? Expertos advierten de las consecuencias

La gravedad de abusar de esta práctica

Adriana Diez

Seguro que alguna vez te has dado un buen atracón viendo esa serie que llevabas meses esperando, y la ansiedad por conocer el desenlace de cada episodio ha hecho que pases horas y horas pegado a la pantalla sin hacer otra cosa.

Con el incremento de las plataformas digitales, donde las posibilidades audiovisuales son prácticamente infinitas, esta práctica es cada vez más común. Ya no hace falta esperar semanas para ver un nuevo capítulo de esa serie a la que te has enganchado: ahora, gracias a la inmediatez de las aplicaciones de contenido, puedes ver tantos episodios como desees.

Sin embargo, aunque parezca una ventaja, varios expertos advierten de que esto puede tener consecuencias.

¿Por qué no deberías ver una serie de golpe?

Una investigación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) explica que existen dos efectos directamente relacionados con nuestro cerebro al ver muchos capítulos seguidos.

De acuerdo con la información de la profesora y experta en comunicación audiovisual Elena Neira, y del neuropsicólogo clínico Juan Luis García Fernández, esta costumbre puede resultar muy perjudicial para nuestra capacidad de atención, pensamiento crítico y memoria.

«Ver muchos capítulos de golpe influye sobre dos procesos básicos en los que se construyen nuestros recuerdos», declara Neira. Además, añade que «afecta a los procesos de codificación de la memoria que lleva a cabo nuestro cerebro cada vez que recibe una nueva información de interés, dificultando su almacenamiento correcto y su posterior recuperación».

Por su parte, Fernández advierte que «no es que tengamos mala memoria, sino que estamos saturando el cerebro con demasiada información, sin darle tiempo a procesarla bien».

Ambos expertos concluyen con una profunda reflexión sobre la importancia de tomar conciencia de este problema e invitan al espectador a buscar soluciones para que no afecte a su salud mental: «Hay que recuperar el control. Espaciar el visionado, elegir de forma consciente, explorar más allá de lo sugerido y comentar lo visto mejoran tanto la experiencia como la salud cognitiva. Porque ver menos, y mejor, también es una forma de resistir. Y quizá así, dentro de un año, sí recordemos lo que pasó en la temporada anterior».