Chica joven con el móvil

Prometer, agendar… y cancelar: el nuevo ghosting entre amigos

Esto es lo que dice la psicología de este comportamiento

Noelia Bertol

Seguro que tú también te has topado con esta situación. Has tratado de quedar con ese amigo al que no ves con frecuencia, incluso habéis dado el paso de agendar un plan en el calendario. Sin embargo, cuando se acerca el día, te cancela y te deja tirado. Sí, te acaban de hacer ‘ghosting‘. Y lo peor de todo es que pasarán los días, volverás a cruzártelo y te dirá eso de ‘a ver cuándo quedamos’. 

En un mundo donde la agenda personal se ha convertido en un campo de batalla entre el deber y el deseo, la figura de este amigo que siempre se cae de los planes en el último momento cada vez es más reconocible. Este comportamiento, aparentemente inofensivo, está generando un creciente debate sobre el efecto que tiene en las emociones y las relaciones sociales.

Desde S Moda lo definen como ‘operación PAC: Prometer, Agendar y Cancelar‘. Se trata de unghosting‘ social que se ha normalizado por completo en la era de la hiperconectividad. «Socialmente se considera más aceptable expresar el deseo de verse, aunque no sea sincero, que confrontar la realidad de que no existe intención o disposición para ese encuentro. Para muchas personas, decir ‘tenemos que vernos’ o ‘a ver cuándo quedamos’ funciona como una fórmula de cortesía casi automática, para cerrar conversaciones o encuentros sin generar incomodidad o sensación de rechazo«, explica la psicóloga Claudia Nicolasa al medio.

Este tipo de comportamiento, lejos de ser anecdótico, tiene raíces psicológicas profundas. Nicolasa explica que muchas veces se trata de una estrategia para explicar el conflicto: «Decirlo calma, momentáneamente, la dolorosa realidad de que cada vez es más difícil verse con las amistades por los ritmos de vida, las obligaciones y las prioridades cambiantes. Nos permite sostener la fantasía de que esa relación sigue estando disponible, aunque en la práctica no le estemos dedicando tiempo real«.

Pero las amistades, como las relaciones de pareja, también hay que cuidarlas. Quizá no es necesario hablar diariamente, pero sí poner cada uno de su parte para encontrar un momento, verse y ponerse al día. Esto no solo hará que la relación de amistad se sostenga en el tiempo, sino que también te hará desconectar, crear vivencias y trabajar tus habilidades en los círculos sociales, algo que tiene un efecto positivo en la salud mental.

Ghosting social’: Qué dice la psicología de este comportamiento

Teléfono móvil - nomofobia
Getty

Si te has enfrentado en alguna ocasión a esta situación, bien por otra persona o porque tú mismo eres el que cancela los planes y decides quedarte en casa, debes saber que se trata de un comportamiento estudiado en psicología y tras el que puede haber mucho más de lo que imaginamos.

La falta de ganas de socializar no siempre es motivo de alarma. De hecho, los expertos coinciden en que es completamente normal experimentar momentos en los que preferimos la soledad. Sin embargo, cuando esta tendencia se vuelve persistente, podría estar relacionada con un fenómeno conocido como anhedonia social.

Este término se refiere a la incapacidad de disfrutar de actividades sociales que antes nos resultaban placenteras. Se trata de un síntoma común en trastornos como la depresión, la distimia o incluso la esquizofrenia. Las personas que lo experimentan pueden sentirse emocionalmente desconectadas, sin energía y con una marcada indiferencia hacia las relaciones personales.

Puede que las personas que se comportan así estén atravesando un momento de cambios o de transición vital y necesiten replantearse aspectos de su identidad o de sus amistades. Aún así, cabe señalar que no siempre las personas que rechazan planes sociales tienen algún problema. Desde la psicología se insiste en que no todas las personas necesitan el mismo nivel de interacción social.

En cualquier caso, se recomienda prestar atención a la duración y al impacto de esta falta de interés por socializar. Si se acompaña de sentimientos de vacío, aislamiento o tristeza persistente, podría ser el momento de buscar ayuda profesional.

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