
En un artículo escrito para cadenadial.com informábamos sobre una nueva tendencia que empezaba a circular en redes sociales: mujeres que confesaban sentir vergüenza de admitir o mostrar que tienen novio. Una visión que está directamente relacionada con el fenómeno social del que les hablaremos hoy: el boysober.
Es evidente que la forma en la que nos relacionamos ha cambiado mucho, sobre todo si nos fijamos en los patrones de conducta que teníamos hace unos años. En la actualidad (sobre todo las mujeres) están empezando a practicar el boysober, que consiste en acercarse a las relaciones sexuales y afectivas de una forma distinta a la que estamos acostumbrados.
Su término se compone por las palabras boy (chico) y sobriety (sobriedad), lo que se traduciría como «sobriedad de chicos». Podríamos interpretarlo como una especie de celibato voluntario, pero no representa por completo su significado, ya que se refiere a pausar el contacto con los hombres, las citas y el sexo.
No es una forma de renunciar definitivamente a los encuentros íntimos con un individuo, sino que prioriza el bienestar emocional, el amor propio y el conocimiento de uno mismo, sin la necesidad de estar al lado de otra persona.
La sexóloga Melanie Eichhorn expone que esta práctica: «No implica una abstinencia total, sino una pausa consciente que puede ayudar a las personas a reconectar con sus deseos y necesidades emocionales de manera más auténtica».
También la psicóloga Esperanza Gil explica que «este tipo de prácticas pueden tener un impacto positivo en la salud mental si se escogen de manera consciente, ya que permiten a las personas reevaluar su relación con la sexualidad y el amor, y transformar su enfoque hacia una vida más equilibrada y saludable».
Según los datos recogidos por la consultora Savanta, más del 90% de las personas que pertenecen a la Generación Z expresan frustración y descontento con las aplicaciones de citas. Por ello, no es raro que cada vez más jóvenes elijan tomarse un descanso de lo romántico.
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