Tras muchos meses sin parar de trabajar, es hora de echar el freno. Rozalén está preparada para tomarse un tiempo de desconexión con el que poder asimilar todo lo que ha conseguido en los últimos años y despejar el camino para todo lo que llegará en algún momento.
Y es que han sido muchos los logros cosechados recientemente por una de nuestras artistas más queridas, por lo que este descanso le servirá para tomar conciencia. Pero antes, ha querido obsequiarnos con un regalo musical, una canción muy autobiográfica que llega bajo el título ‘Efímera’.
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Este «descanso de la guerrera» llega tras 15 años de carrera incesante, tal y como ella misma afirmó en el comunicado con el que compartía la noticia hace tan solo unos días a través de su cuenta oficial de Instagram, donde también aseguraba que ahora toca «parar y descansar». No obstante, también confirmaba que habría alguna que otra sorpresa antes de su adiós temporal, y ha llegado el momento de desenvolver la primera de ellas.
La artista ha desnudado su alma una vez más para ofrecernos una de las canciones más autobiográficas de su carrera, en la que le ha servido con una guitarra y su poderosa y reconocible voz para emocionarnos de nuevo con una letra en la que habla sobre lo que ella ha podido a llegar a sentir en algún momento, la tristeza en medio de todos los aplausos.
Llega acompañada de un nuevo videoclip grabado en medio del campo, sitio en el que Rozalén disfruta mucho, y ella es la auténtica protagonista de la pieza de una canción a la que no le hacen falta más adornos. ¡Disfrútala al completo!
Me dicen que no hay que dormirse, me obligo a hacer ya una nueva canción,
alegre que tenga buen ritmo, letra pegadiza porque todo es efímero,
me dicen que sí, cuánto premio, que canto con todos, que que años más buenos,
que se me ve luminosa siempre sonriendo con brillo en el pelo,
y yo que he derribado los muros de mi esqueleto,
que tengo las hojas en blanco, el tarro vacío, que no comprendo,
y yo que aún no he escrito todas las cartas que dicen adiós,
que no encajo en este planeta y me he mudado a calle decepción,
y cómo te explico que hay días que aún teniendo todo no soy feliz,
me compro una sonrisa blanca, me visto de rojo, te finjo que sí,
las luces terminan cegando y por dentro va caminando el dolor,
y la tristeza me mece por más que lo intente, quedo grande todo,
y no me permito caer, y no me permito caer.
Un día me dijo un maestro, ya me he convertido en lo que siempre odié,
no pierdas nunca tu faro, que no te envuelvan en sueños de papel,
confío en que con el tiempo tenga más claro dónde quiero estar,
y sepa a quién acercarme y quién me aprecia de verdad,
y yo que a veces deseo ser, quién no quiero ser,
y siento que todo es mentira, que el mundo se mueve por puro interés,
y yo que aún no he escrito todas las cartas que dicen te quiero,
ya no encajo en este planeta y cada poco me muero de miedo,
y cómo te explico que hay días que aún teniendo todo no soy feliz,
me compro una sonrisa blanca, me visto de rojo, te finjo que sí,
las luces terminan cegando y por dentro va caminando el dolor,
y la tristeza me mece por más que lo intente, quedo grande todo,
y no me permito caer, y no me permito caer,
y has de caer para entender,
y has de caer para volver,
y no me permito caer.
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