
Además, comparan la falta de relaciones con el riesgo que supone fumar 15 cigarrillos al día o con la obesidad.
Según varias investigaciones de la Harvard Medical School, las personas que se rodean de amistades de calidad reducen sus niveles de cortisol y mejoran su capacidad para enfrentarse a enfermedades crónicas.
Lo que quiere decir que lo que realmente es efectivo es el tipo de relación que guardes con tu amigo, no lo grande que sea tu grupo.
La filósofa Judith Butler ha desarrollado este tema en uno de sus libros Vida Precaria, y ha hecho una gran reflexión al respecto, pues considera que nuestras relaciones son muy importantes para enfrentarnos a aquello que en ocasiones podría llegar a deshumanizarnos.
«La vulnerabilidad compartida es también la base de nuestra resistencia», comenta al mantenerse firme en la opinión de que el sistema prefiere vernos aislados y vulnerables para hacernos más «manejables».
En conclusión, es importante cuidar a tu círculo de amistades, uno que te apoye en tus momentos de debilidad, que te ayude a tomar la decisión correcta o que se alegre de tus logros y éxitos.