¿Eres de los que odian perder al parchís? Lo sentimos. No podemos luchar contra los dados. La cosa cambia si hablamos de piedra, papel o tijera. ¿Sabías que existe una estrategia para ganar siempre? Y no, no se trata de hacer trampas.
La comunidad científica es capaz de salvar al mundo y también de resolver cuestiones tan extravagantes como esta. De hecho, los expertos han detectado que en este entretenimiento universal los participantes no suelen actuar aleatoriamente, con lo que siguen unos patrones ocultos. Ya puedes frotarte las manos. Prepárate para convertirte en el Messi de este juego.
En el libro chino Wuzazu, que data del siglo XVII, se hace referencia por primera vez a las reglas de este pasatiempo encargado de solucionar disputas. Esta competición, cuyo origen se sitúa en el siglo II en la dinastía Han, es considerada un simple recreo, pero ha sido en varias ocasiones la fórmula elegida para dictar sentencia.
Y no nos referimos a una madre y a un hijo rivalizando por comer coliflor o macarrones. No estamos hablando de simples discusiones en casa, sino en los propios juzgados, algo serio, ¿no?
Ocurrió en Florida, en el año 2006. Ante la incapacidad de las dos partes de ponerse de acuerdo, un juez amante del humor absurdo dictaminó que el caso se dilucidara a piedra, papel o tijera. Las escalinatas de los tribunales fueron el lugar del duelo entre los abogados. Una decisión que pareció ser un escarmiento para los avergonzados letrados.
Y no es la primera situación pintoresca relacionada con el juego. De hecho, una de las últimas ediciones del concurso de música más popular en Japón se decidió con una partida. Puede que la joven ganadora emitiera más gallos que su contrincante, pero sus tijeras cortaron el papel de la perdedora.
¿Conocería la triunfadora los trucos de los estudiosos chinos para ganar siempre a piedra, papel o tijera? Estos expertos de la Universidad de Zhegiang observaron detenidamente a 360 participantes durante las 300 rondas de cada uno de los voluntarios para dar con la clave.
Llegaron a la conclusión de que el azar brillaba por su ausencia, pues comprobaron que tanto triunfadores como perdedores repetían figura en la siguiente mano, que volvía a ganar el primero, por supuesto. En la posterior jugada, el vencedor incidía y mostraba el mismo elemento, mientras que el derrotado se decantaba por cambiar.
¿Y cuál escogía entonces? Pues, ni más ni menos, que la siguiente pieza, atendiendo al orden en el que se van nombrando las figuras en el enunciado. Es decir, si en el lance anterior optó por el papel, en este envite elegiría tijera. Si anteriormente seleccionó la tijera, en esta ocasión se inclinaría por la piedra. A esta argucia se le ha llamado respuesta condicionada, puesto que si ganas, insistes en tu decisión y si pierdes, modificas tu elección en la tercera intentona. Un poco de azar, señores.
Un último truco para asegurarte la victoria consiste en iniciar una ronda de calentamiento en la que podrás tantear a tu contrincante y estudiar detenidamente su manera de jugar. Y es que el truco de la observación es vital para conseguir saber de qué pie cojea la persona con la que nos vamos a apostar algo.
Como estás comprobando, ganar siempre a piedra, papel o tijera es posible. Siguiendo estos sencillos trucos avalados por científicos te convertirás en el rey de esta competición universal. Lo complicado será que alguien quiera jugar contigo, una vez llegado ese nivel.
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