Pasa una noche más allá del muro

Redacción Cadena Dial

Si eres fan de la serie Juego de Tronos, entonces sabrás perfectamente lo que es el Muro. Y si no la ves, hay un 75 % de probabilidades de que sepas de qué se trata. Porque es imposible escapar de la influencia de esta serie que arrastra a millones de fanáticos de todo el mundo.

Este fenómeno social responde a un guion que atrapa y a una historia fascinante, pero también a la factura de la producción. Cada capítulo se mima al máximo en efectos y ambientación. El resultado es un mundo envolvente, rico y visualmente muy poderoso. Y de esto tienen mucha culpa las localizaciones.

El Muro y más allá

Que en Finlandia no se haya rodado ninguna escena de esta serie no ha impedido que hayan querido apuntarse al bombardeo. ¿Qué bombardeo? Pues el turístico.


La serie transcurre simultáneamente en varios lugares muy distantes. En un mismo episodio pueden aparecer desiertos hostiles, montañas nevadas, suaves llanuras y poblaciones. Entre estas, hay gélidos castillos, ciudades portuarias, refugios de montaña y cálidos enclaves de agradable clima. Un cacao tremendo para los no iniciados.

Por eso, cada episodio es un reto en lo que respecta a la producción. El rodaje no se ha limitado a los estudios, sino que se ha realizado en lugares de lo más diversos. De Islandia a Marruecos, pasando por España, Juego de Tronos ha buscado los parajes más evocadores para construir su mundo fantástico. Porque la realidad supera la ficción.

Eso tiene consecuencias, por supuesto. No puedes decirle a un millón de fans que su serie favorita se ha rodado en tal sitio y esperar que no la visiten. Ya existe un turismo de Juego de Tronos, empujado por viajeros muy frikis que quieren conocer los lugares donde se ha rodado su serie preferida.

Finlandia no ha querido perder la oportunidad de atraer visitantes y, por eso, se ha construido la experiencia «Más Allá del Muro» en Kittilä, un pueblo situado 200 km al norte del círculo polar ártico. En este lugar, en el que casi se vive con hielos perpetuos, Jon Nieve estaría muy a gusto.

¿De qué más dispone este particular Invernalia? Pues de lugares con un gran encanto, incluyendo alojamientos y establecimientos realizados en hielo, de modo que sí, una vez llegue el deshielo muy probablemente desaparecerán, entonces te quedará un gran recuerdo de algo que ha sido más bien efímero. Eso tiene un valor añadido, ¿no crees? ¿No mueres de ganas por pasar ahí unas noches?

Así que ya sabes, si quieres convertirse en un Caminante Blanco solo tienes que reservar habitación en este hotel-museo de Juego de Tronos, sentarte a la mesa del bufé vestido de guiri y hartarte de gambas congeladas y polos de limón (no pidas mucho de caliente, a ver si te va a caer encima el edificio). Pero más vale que te des prisa, porque en abril llega el deshielo y el hotel, literalmente, se derretirá hasta convertirse en un gran charco.

Tampoco te vayas tan lejos

Sin duda, la experiencia de alojarse en este hotel y disfrutar de la aurora boreal marcará a más de un fan de la serie. Pero no hace falta que te vayas tan lejos para vivir en primera persona la experiencia de ser un habitante de Poniente o un dothraki. En España tenemos enclaves que, mucho antes de darle magia a Juego de Tronos, ya eran preciosos y merecedores de tu visita.

Así que no pierdas la oportunidad de visitarlos y conocer su legado y su historia. A esta se añade la curiosidad de haber acogido el rodaje de una serie tan importante como esta. ¡Pero son más importantes que ella, no lo dudes!