La razón por la que llevas peor la resaca cuantos más años tienes

Redacción Cadena Dial

No te engañes. Has intentado hacer de todo para evitar la resaca y tus errores solo te han servido para acentuar sus efectos. Estás mayor y ya no aguantas tantas noches de juerga. Tu hígado saca la bandera blanca y tu organismo te pide un tiempo muerto para recuperarse. ¿Qué te ocurre exactamente?

Resaca y edad, enemigos íntimos

Antiguamente bebías como un vikingo y no te pasaba nada (o eso te crees tú porque de aquellos polvos vienen estos lodos). Ahora, para decirle adiós a la resaca necesitas quedarte en reposo absoluto, beberte el estanque del parque del Retiro y conseguir que los que viven contigo hagan voto de silencio hasta nueva orden.


¿A quién le debes echar la culpa de que montes semejante circo cada vez que tienes resaca? Al acetaldehído. De hecho, cada vez que tomas una bebida alcohólica esta sustancia entra en tu hígado y lo pone a trabajar al máximo. Pero, pensarás, ¿por qué no me afectaba cuando era joven? Porque tu hígado tenía más enzimas que descomponían esta sustancia y que contribuían a que te causara un menor daño.

Lo malo es que las enzimas están contadas y que tu hígado, tras tanto ajetreo, ha terminado por pedir la baja cargándole el mochuelo a tu cabeza, a tu aparato digestivo y a tu sistema inmune. Este último, que tiene más trabajo que Papá Noel en Nochebuena, también tiene que defenderte de enfermedades comunes, por lo que hace lo que puede para que consigas recuperarte.

Además, el etanol, principal contenido del alcohol, se elimina cada vez más lentamente favoreciendo que sus efectos sean más duraderos. Es decir, bebes menos, pero te emborrachas más y la resaca es insoportable.

El peso de los años y de los kilos de más

Otro factor que tener en cuenta es que el paso de los años hace que tu metabolismo sea más lento. Esto provoca que engordes progresivamente y propicia que el alcohol te haga más efecto. A más grasa, menos espacio para diluir el alcohol, lo que se traduce en un efecto más largo y en una resaca interminable.

Además, la falta de hidratación suele ser otro de los motivos fundamentales para experimentar este calvario. Sería, por tanto, conveniente que te hidrataras bien (con agua, se entiende) si vas a tomarte una copa. Si no lo haces, ya te lo pedirá tu cuerpo a la mañana siguiente para poder sacar del sistema aquello que lo está dañando.

Otro detalle que no debes olvidar es que, a más borracheras de joven, menor capacidad de recuperarse de la resaca con más edad. Es decir, el sistema inmune tiene un cupo determinado de borracheras y, como buen trabajador, hace su trabajo a la perfección, pero no le pidas que se quede de guardia el fin de semana. ¿O acaso no tiene derecho a tomarse unos días de descanso?

Ahora que conoces por qué tus resacas son tan monumentales, quizá haya llegado el momento de que reflexiones. ¿Tienes pensado seguir quemando enzimas y desarrollar una enfermedad hepática? ¿Es necesario que bebas alcohol cada vez que sales? ¿No sería más conveniente llegar a la tercera edad en plenitud de facultades?

Responde a las preguntas anteriores y adecúa tu conducta a las respuestas. Mejor que tú no te va a proteger nadie. Una resaca no deja de ser una señal de alarma que has de interpretar correctamente. De ti depende poder seguir divirtiéndote y bebiendo con moderación para preservar tu salud y mantenerte en perfectas condiciones por muchos años.

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