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Beatriz Luengo, víctima del bullying, confiesa cómo superó los peores momentos de su infancia

Noelia Bertol

Hay muchas cosas que nos gustan de Beatriz Luengo, pero sin duda una nos parece que la hace única y especial, y es la de querer compartir con todos cada una de las lecciones que le da la vida para hacer de ella un aprendizaje común.

Esta semana la artista ha participado en el programa de TVE, Quién educa a quién, un formato en el que se debaten ciertos temas educativos con profesionales expertos, psicólogos, docentes, o padres y alumnos que han vivido en sus propias carnes el tema que se analiza.

La artista entró en conexión desde Miami para hablar sobre el bullying, el cual convirtió algunos años de su infancia en un auténtico calvario. 


Beatriz Luengo

Los años más duros

 

Beatriz Luengo confesaba que, si bien al principio pasaba desapercibida, la cosa cambió cuando con apenas 8 años fue seleccionada de su escuela de baile para trabajar en un circo, espectáculos que TVE terminó retransmitiendo.

Eso la puso sobre el mapa y, lejos de hacerle ganar una buena popularidad entre sus compañeros, despertó la envidia en un grupo de chicas de un curso superior. «Yo era muy morena, muy velluda… Empezaron a llamarme ‘niña mono’. Me encerraban en el baño, me empujaban, me tiraban del pelo«, confesaba la artista en el programa.

Beatriz Luengo era una niña cuando comenzó a vivir los peores años de su etapa escolar. «Era un acoso fuerte y duro que duró prácticamente dos cursos enteros«, añadía esta.

Tanto es así, que su madre optó por cambiarla de colegio, algo que sirvió en cierta parte. El colegio de Beatriz Luengo estaba cerca de donde ella vivía, por lo que en algunas ocasiones vio de nuevo a esas jóvenes que le hicieron la vida imposible. No obstante, con el apoyo de su familia y la ayuda de psicólogo y orientadores, la intérprete de Caprichosa logró superar esa dura etapa de su vida.

Un mensaje para las víctimas de bullying

 

Las víctimas de bullying suelen pensar que el problema está en ellos, cuando el problema realmente lo tiene el que acosa. Beatriz Luengo aprovechó el espacio para mandar un mensaje a aquellos jóvenes que sufren este problema, aconsejándoles que «aprendan a hacerse una burbuja y mirarse hacia dentro«, así cono cambiar la óptica y «ver como víctima al que acosa«.

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